Rosado declarará voluntariamente el 26 de enero por el supuesto caso de maltrato en Bilbao

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El concejal de C's tendrá que ausentarse durante parte del pleno ordinario para acudir al Juzgado de Violencia de Género. El caso solo está respaldado por un atestado plagado de "errores e incongruencias".

El concejal de Ciudadanos Jerez, Mario Rosado, deberá ausentarse durante una parte del próximo pleno ordinario de enero para comparecer voluntariamente como acusado por el presunto caso de violencia machista contra su pareja en el que se vio envuelto cuando estaban de vacaciones en Bilbao, en agosto del año pasado. Según ha sabido este medio la comparecencia tendrá lugar el 26 en enero en el Juzgado de Violencia de Jerez, que se hizo cargo de la doble causa en noviembre pasado —tanto la acusación contra el edil como su denuncia al presunto agresor de la paliza que recibió—.

Hasta el momento han prestado declaración en calidad de testigos los agentes que confeccionaron el atestado en Bilbao, que señalaban a Rosado como supuesto autor de una agresión a su novia, esta última y el supuesto agresor del concejal. En este sentido, fuentes del caso ya indicaron a lavozdelsur.es que entre los testimonios de los tres policías que hace cuatro meses ofrecieron un relato de los hechos "súper claro", en esta nueva comparecencia se aprecian "errores e incongruencias entre ellos" que "no ofrecen una versión clara". 

Sin acusación particular, sin que la Fiscalía se haya personado, y sin acusación popular, la supuesta agresión machista solo está respaldada por un atestado sobre el que ni sus autores se ponen de acuerdo. A falta de la declaración voluntario del propio concejal de la formación naranja, que registró formalmente un escrito solicitando su deseo de comparecer ante el juez, su pareja sí ha testificado, ratificándose a la hora de negar los hechos que se le imputan al edil jerezano y desechando la opción de formular denunciar. De esta manera, la causa contra Rosado carece de acusación formal, ya que no hay acusación particular, pública (la Fiscalía no ha comparecido al no estar personada), ni popular. Tan solo queda un atestado que, por otra parte, está "plagado de incoherencias".