Solidarios Estella del Marqués reparte cada domingo raciones de macarrones a todos los necesitados en la plaza de Las Angustias y llevan meses a la espera de que el Ayuntamiento les conceda la licencia para que los beneficiarios puedan comer en el comedor de la organización dignamente.
Por su “mala cabeza” Loren Hinojosa terminó viviendo en la calle, durmiendo muerto de miedo en los portales de los edificios, robando para poder comer tras varios días sin ingerir alimentos. Ésta podría tratarse de la historia de un hombre que por vergüenza pasó calamidades hasta armarse de valentía y pedir ayuda a su familia para comenzar una vida nueva. Podría, pero no es más que el prólogo. Le sigue la superación personal de alguien que revirtió su realidad y decidió hacer algo para remediar las precarias circunstancias de personas y familias enteras que por un motivo u otro pasan hambre en Jerez.
Todo comenzó un domingo hace dos años en la cocina de su propia casa preparando una olla de macarrones que luego transportó en su coche y repartió en la céntrica plaza de las Angustias a todas aquellas personas que se guardaban la vergüenza en su raído y vacío bolsillo para llevarse algo de comer a la boca. Este es el arranque de Solidarios Estella del Marqués, organización que trata a los beneficiarios dignamente y como a cualquier persona, por su nombre y apellido. No son un mero número.
Manuel León, de 42 años, dormía en el albergue municipal. Desde que un conocido le habló de la asociación, goza de su plato dominical no sólo por el gusto de saborear la pasta. “Me llamó la atención la acogida, el cariño; que me abracen y me pregunten cómo estoy con naturalidad. La segunda semana recordaban mi nombre. Así no se portan con nadie ni en el albergue, ni el Comedor de El Salvador”, asegura León. Su situación ha mejorado notablemente, aunque continúa vinculado a la organización incluso como voluntario pues como él mismo afirma “son una gran familia”.
La chispa se prendió. Solidarios Estella del Marqués ha tomado fuerza de forma espontánea, con la ayuda de esa herramienta convertida hoy en fundamental que es Facebook. Dado el éxito de la iniciativa, la Fundación Kalonge, de origen suizo, contactó con la organización y en la actualidad aporta los fondos para que ésta siga siendo privada y funcione al margen de subvenciones y aportaciones económicas de entidades y particulares. “Desde Suiza se está dando de comer a gente de Jerez, no admitimos dinero, no queremos dinero de nadie”, aclara Loren despejando cualquier atisbo de dudas.
La ayuda económica de esta fundación ha permitido a Solidarios hacerse con un comedor nuy confortable en la calle Méndez Núñez. Todo el mobiliario –mesas, libros, juguetes- ha sido donado por particulares. El comedor cuenta con una cocina que cumple todos los requisitos y hace más de dos meses que preparan allí la comida de los domingos, sin embargo, se ven obligados a continuar repartiéndola en Las Angustias. A día de hoy, tanto ellos como los voluntarios esperan desde hace tres meses la concesión de la licencia de apertura por parte del Ayuntamiento “para poder comer sentados, en la intimidad, decentemente, como personas”. Hinojosa cree que le ponen trabas al ser una organización privada y cuando se le plantea la posibilidad de que quizás el proceso haya sido ralentizado debido a las fiestas –Semana Santa, Gran Premio de Motociclismo, Feria del Caballo- o a la campaña electoral, elecciones y posterior constitución del nuevo ejecutivo municipal se muestra tajante: “Los políticos comen todos los días; nada debe paralizar ese trámite porque hay jerezanos pasando hambre. Ningún político de ningún color se ha puesto en contacto con nosotros y hemos aparecido en todos los medios. Me da igual que sea una gaviota, una rosa o un martillo, pero que nos ayuden”.
Además del comedor, con la ayuda de la fundación hacen frente al pago de la luz, del agua, de la nómina de una trabajadora social para verificar la situación en la que se hallan las más de 60 familias a las que las que Solidarios Estella del Marqués -incluida en la red del Ayuntamiento- también reparte alimentos. Una de las beneficiarias es la compuesta por Francisco Grilo, Montserrat Jiménez, y su hijo pequeño. Viven con una pensión de 426 euros y pagan un alquiler de 400. “Le tenemos que besar los pies a Loren, nos han ayudado en todos los aspectos porque teníamos incluso ansiedad”, comenta el padre de familia. Su mujer muy emocionada cuenta que cuando a su hijo le preguntan quién es la persona más importante que conoce, “lo tiene claro, dice Loren, porque está viendo el esfuerzo que hacen él y los voluntarios por todos nosotros”.
“Desde Suiza se está dando de comer a gente de Jerez, no admitimos dinero, no queremos dinero de nadie”
Haciendo pompas de jabón en calle Larga, Bianca Zwicki, conoció a Loren Hinojosa. A partir de ahí, se integró en la familia de Solidarios Estella del Marqués. Ella y su marido son de origen alemán y se encuentran en paro. Subsisten con 120 euros y con la ayuda de la organización. “Mi hija no tenía ropa y ellos la han conseguido, me dan la comida para ella, se preocupan por todo”, explica la alemana. La lista de actividades para conseguir comida o donativos sólo canjeables por comida –insisten- es amplísima. La última una carrera solidaria. En el futuro esperan obtener la licencia y dar de comer tres días a la semana y crear un mercadillo donde vender ropa de segunda mano a cambio de alimentos.
Los propios beneficiarios cuentan una retahíla de casos de personas necesitadas a quienes Solidarios han ayudado de una u otra forma. “Hace unos días pagaron la grúa que se llevó el coche de un señor por no tener seguro. Él duerme en el vehículo desde que se separó. Es increíble la labor que realizan”, afirma uno de ellos. Sólo esperan que más pronto que tarde, desde el Consistorio reconozcan la gran tarea solidaria de la organización, otorguen la licencia y faciliten los trámites que les permita comer y convivir "en familia".
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