Javier Medina García de Polavieja, ejecutivo de Williams & Humbert que pertenecía a la segunda generación familiar que está al frente de la bodega, falleció el pasado miércoles al no superar una grave enfermedad. Su óbito ha causado un gran impacto en la familia, que ayer lo despidió en su funeral. El periodista y amigo del fallecido, Eugenio Camacho, destaca de él su carácter “desprendido, desinteresado, generoso, auténtico... Javier estaba hecho de otra pasta en medio de esta obra teatral donde nadie hace nada por nadie”.
Javier Medina se ocupaba del área internacional de ventas de la bodega en un empresa donde la comercialización más allá de las fronteras nacionales se constituía en un factor fundamental en sus ventas. Pero por encima de sus valores profesionales estaban los personales.
Su optimismo contagiaba a todos los que gozaron de su amistad. En una entrevista publicada en la revista corporativa de la bodega, definía cuáles fueron su comienzos en el grupo: “Comencé directamente en el departamento de ventas internacional, en principio lógicamente sin visitar clientes y empapándome y aprendiendo de mis compañeros”.
Europa y Latinoamérica eran su segunda casa por los constantes viajes de negocio que le llevaba hasta destinos tan diferentes y mercados tan diversos. Descanse en paz.
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