Una concentración de jubilados convocada por CCOO reclama mayores subidas y el mantenimiento de un sistema que parece estar en el alambre.
José Pérez tiene 74 años y en su vida laboral figuran 32 años cotizando a la Seguridad Social. Él, trabajador del sector de la vid, se prejubiló a los 55 años tras un ERE que ejecutó su empresa y ahora lleva diez años jubilado. Pero no ve nada claro su futuro como pensionista. “Los saqueadores de este país están dejando vacía la hucha de las pensiones”, se queja, y critica la subida residual de este año, del 0,25%, cuando la inflación anual estimada del IPC en mayo es del 1,9%. “Estamos perdiendo poder adquisitivo”, resume Ana quien, como José, participa en una manifestación convocada por CCOO para reclamar una subida de las pensiones justa y equilibrada. Ana se jubiló con 63 años después de trabajar durante 38 años —“no he vivido del cuento”, dice— y se le ha quedado una pensión inferior a 1.000 euros, con la que ayuda a su hija para que estudie un grado superior. “Ahora que es cuando pensaba que podíamos vivir y hacer algún viaje, me como el verano entero en mi casa”, se queja.
La protesta, celebrada en el Gallo Azul, pancarta y megáfono incluidos, va ganando en participación con el paso de los minutos. José Luis y Ángel charlan animadamente. El primero lleva cinco años jubilado —ahora tiene 70— tras estar 40 años cotizando. Y algunos más que lo hizo sin contrato. “Van a terminar quitándonos las pensiones”, vaticina, y añade: “El único derecho que nos queda es el derecho al pataleo”. Su compañero complementa sus declaraciones: “Las mejoras sociales que hemos tenido se han ido perdiendo, el futuro está muy negro”. Ángel está prejubilado tras estar trabajando sin parar entre 1968 y 2010. “Y todavía pagamos IRPF después de estar toda una vida cotizando, ¿por qué”, se pregunta.
La previsión en los próximos años, según el último informe enviado a Bruselas por el Gobierno central en el marco del Programa de Estabilidad, es que las pensiones se reduzcan un 4% cada diez años desde 2019, ejercicio desde el que decrecerán un 0,45% cada año, por lo que los jubilados que ahora cobran 1.000 euros no pasarán de 960 dentro de una década. Otra de las conclusiones que se pueden extraer del citado informe es que se retrasará en nueve meses la edad media de jubilación en España, que prevé reservar en torno al 12% del PIB para este fin hasta 2050, cuando el número de pensionistas será sensiblemente superior al actual —el INE calcula que “en las próximas cuatro décadas habrá 7,1 millones menos de personas entre 16 y 66 años de edad y al mismo tiempo 6,8 millones más de personas mayores de 67 años”—.
“Luchamos para que aumenten las pensiones y también por los jóvenes”, dice Francisco Reinoso, uno de los más activos de la protesta celebrada en Jerez. “Nosotros somos la última generación que vamos a tener cotizaciones suficientes para jubilarnos”, recalca, para rematar: “La banca quiere que las pensiones públicas sean mínimas para que haya más pensiones privadas”. Los manifestantes piden que “la riqueza sea redistribuida y no se quede en manos de unos pocos”. CCOO, que organiza la concentración, propone aumentar las pensiones a través de varias medidas —que van desde el incremento de las bases máximas de cotización, hasta generar políticas de empleo que favorezcan la creación de tres millones de empleos, pasando por la lucha contra la economía sumergida— con las que calcula que se podrían recaudar casi 71.000 millones de euros.