La magistrada hace caso omiso a la Junta de Tratamiento de Puerto III que aprobó, a finales de 2016 y por amplia mayoría, autorizar el primer permiso especial al exalcalde, que acumula 28 meses en prisión.
El ex alcalde de Jerez durante 24 años, Pedro Pacheco, ha cubierto ya ampliamente la cuarta parte de dos de sus condenas firmes, los llamados casos 'asesores' (una pena de 5,5 años por dos contrataciones ilegales) y 'estación de autobuses' (otro año y medio más por delitos ligados a la venta del viejo inmueble). Por el contrario, después de 28 meses internado en el módulo 12 de respeto de Puerto III sigue sin gozar de un solo beneficio penitenciario. El pasado día 15 de este mes, según ha podido saber lavozdelsur.es, volvió a recibir un nuevo mazazo judicial al serle denegada una nueva petición de permiso de tres días que había solicitado a finales del año pasado. La titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria nº10, con sede en El Puerto, Gloria Martín-Moreno, ha denegado dicha petición alegando, entre otras razones, "una mayor intimidación" y el "carácter preventivo-especial rehabilitador de la pena", según confirman las mismas fuentes.
Y eso, pese a que dicha solicitud sí gozaba del visto bueno por amplia mayoría de la Junta de Tratamiento del centro penitenciario portuense. Reunida el pasado 21 de diciembre, las fuentes a las que ha accedido este medio no son capaces de precisar si la junta aprobó esta petición por una mayoría "de 7 a 1 o de 6 a 2 miembros", pero sí aseguran que votaron a favor el psicólogo, el educador y la asistenta de Puerto III, personas claves en el tratamiento penitenciario y quienes mejor conocen la evolución del recluso desde su ingreso, el pasado 24 de octubre de 2014. "Esta nueva denegación quiere decir que solo se busca más prisión, más derecho punitivo, y que el interno cumpla más condena sin beneficio penitenciario. Se ignora la opinión de la mayoría de la Junta de Tratamiento en este caso, pero no en otros muchos", sostienen las fuentes consultadas.
A sus casi 68 años, Pacheco ha satisfecho íntegramente una responsabilidad civil solidaria impuesta por los dos casos de enchufismo de 206.833,70 euros a través de la venta de una propiedad inmobiliaria, "único ahorro familiar"; y al mismo tiempo, hace frente al pago de una multa de 60.000 euros que le mantiene su pensión embargada. Los requisitos para la obtención del permiso son una cuarta parte de la condena cumplida (algo que en el caso de los 'asesores' ocurrió el 7 de marzo de 2016); buena conducta y estar clasificado en segundo grado. Las mismas fuentes señalan, a todo esto, que aunque el pago de la responsabilidad civil no atañe a los permisos especiales —sí lo es para la concesión del tercer grado o la libertad condicional—, el exalcalde ya lo satisfizo en 2015. A estas alturas del cumplimiento de la condena, el interno ya ha cubierto 28 meses en prisión, donde también se incluye la parte proporcional del caso 'estación de autobuses'. Por ambas condenas, Pacheco acumula penas de un total de 84 meses, por lo que la cuarta parte de la suma de las dos serían 21 meses —que ya se cumplieron el pasado mes de julio—.
En relación con su vida entre los muros de Puerto III, estas fuentes relatan la integración y buena conducta del exalcalde: "Pacheco es interno primario, pensionista y está a punto de cumplir 68 años. Cumple todas sus labores de limpieza del módulo al estar integrado en el grupo 2; participa en todas las tareas del módulo; asiste a clases de inglés y al club de lectura; asiste al gimnasio en el polideportivo y al que está integrado en el módulo. Además coordina la comisión de ayuda legal que asesora en todos los temas legales a todos los internos del módulo y redacta documentos para los mismos, entre ellos recursos para los internos menos favorecidos económicamente". A la vista de todo lo anterior, y ante el nuevo rechazo a un mínimo beneficio penitenciario, estas fuentes se preguntan: "¿Hay alguna explicación jurídica lógica? ¿Acaso se está imponiendo la lógica política? ¿Está habiendo ensañamiento judicial? Por lo visto, este señor tiene que recibir de una forma rotunda y contundente el mensaje de desvalor que la pena trae consigo y todo se centra en este caso".
Con un país tan estupefacto como incapaz de reaccionar ante la bola de nieve de corrupción que lo sepulta; con Urdangarín de vuelta a Suiza para disfrutar de libertad sin fianza tras ser condenado a seis años por el caso Nóos; con los Pujol; los Blesa y Rato; la Gürtel; los ERE de Andalucía... es lógico que diversas voces hayan reaccionado ante el caso particular de Pedro Pacheco, aquel alcalde que se hizo popular en todo el país a finales de los 80 por proclamar que "la Justicia es un cachondeo". El periodista Pedro de Tena escribía el pasado 14 de febrero una columna que titulaba Pido el indulto para Pedro Pacheco, en la que suscribía: "Sólo sé que me resulta asqueroso e insoportable ver lo que se está viendo en España y en Andalucía en diferentes casos y circunstancias y saber que Pacheco (...) está cumpliendo condena de varios años de cárcel por colocar a dos afines en el Ayuntamiento de Jerez. ¡A dos!". El secretario general de Cáritas en Andalucía, Francisco Domouso, también volvía a manifestarse estos días en su perfil de facebook, esta vez relacionando la condena del político y empresario cordobés Rafael Gómez Sandokan con la de Pacheco: "A primera vista la condena es de tres meses menos que la de Pacheco, cuando había defraudado 53.000.000 de euros en impuestos y el exalcalde 250.000 euros por colocar a dos y que ha devuelto. La verdad es que sigo escandalizado por la aplicación comparada de las leyes".
Por un caso similar al del veterano político jerezano era absuelto en esos días el ex consejero de la Junta Luciano Alonso, quien contrató a un alto cargo para dirigir el Centro Andaluz de Flamenco en Jerez y ni siquiera pisó la ciudad. En su columna en Libertad Digital, De Tena reclamaba el indulto "no porque crea que su delito no lo es. Lo hago porque no puede consentirse que, para comportamientos semejantes, la Justicia lleve a unos a la cárcel y a otros no. Me resulta sencillamente inadmisible y siento una vergüenza insoportable". Quizás, como dijo hace un par de años el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, "la Justicia está pensada para los robagallinas y no para los grandes defraudadores".
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