"La imagen que tenemos del inmigrante es la del chorizo; es un error: hay gente con dos y tres carreras"

ENTREVISTA_Hayat.jpg

Hayat Abdel-Lah Ahmed lleva ocho años viviendo en Jerez, donde trabaja como técnico en la asesoría jurídica de CGT. Natural de Ceuta, pertenece a la segunda generación de su familia nacida en territorio español, tras sus padres (ella melillense y él ceutí), por lo que conoce a la perfección el problema de la inmigración y sus consecuencias, tema sobre el que disertará este próximo viernes, a partir de las ocho de la tarde, en una nueva jornada de los Foros Ciudadanos organizados por esta organización política y que tienen lugar en la peña La Bulería. Bajo el título 'Inmigración: un reto común', comparte cartel con Ahmed Khaldi Essamlali, presidente de la asociación AL ADL.

La inmigración, ¿está de moda? ¿Por qué ahora?

Es un tema que lleva toda la vida estando de moda, aunque ahora se nota mucho más por la crisis. Y también para sacarle dinero a Europa, para qué nos vamos a engañar: 1.500 millones para ayudar a erradicar las mafias y la masificación de inmigrantes subsaharianos. Que no sé qué van a hacer, si van a poner la valla más alta o pondrán más cuchillas, para que no se corten el pie sino que se corten la cabeza. ¿Acabar con las mafias? No se puede acabar con las mafias, porque mientras haya necesidad eso no va a acabar nunca.

En el monte Gurugú y en Benzú (pedanía de Ceuta) se prevé que hay cerca de 20.000 inmigrantes. Soy de Ceuta, y antes de que yo me viniera, en 1998, era Graduado Social y tenía mi despacho en el centro de la ciudad. Recuerdo que una vez nos quedamos encerrados por una avalancha que se produjo y que llegó al centro de la ciudad, que creo que eran unos 600. Y nadie supo absolutamente nada de eso. Nadie lo comentó, no salió en prensa. El tema de que han entrado 150, 200... es un tema que lleva toda la vida. Llevan muchísimos años entrando de esa manera. No es una novedad. La valla no se puso porque quedaba más bonita, sino porque intentaron paralizar esa entrada. Ahora evidentemente se utiliza por cuestiones políticas. Y porque ahora mismo la gente tiene móviles con cámaras, está Facebook, Twitter y se comparte.

Los fantasmas

Llamo fantasmas a las personas que entran aquí. Los que están malviviendo no son solo los que viven en el monte Gurugú, sino aquellos que han cruzado y están en Jerez, Cádiz, Algeciras, Madrid… que no están censados, no tienen ningún control y pululan por el mundo, buscándose la vida. En el monte están más o menos controlados por las ONG y se sabe lo que hay, ¿pero y los que entran sin documentación? Sin derecho a una asistencia médica, ni a una vivienda, absolutamente a nada. Eso son a los que yo llamo los fantasmas. A lo mejor uno vive al lado tuya o es el que vende bolsos y cuando ve a la Policía sale corriendo, y no tienen derecho a nada, ni tienen posibilidad. Y menos con la reforma de la Ley de Extranjería de 2011. Están en una situación muy extraña, no están contados como personas.

La imagen que tenemos de los inmigrantes

Los que vienen también están cualificados, tienen estudios, carreras. La imagen que tenemos del inmigrante es la del chorizo, el ladrón, el que se mete debajo de un camión y que no está preparado. Eso es un error. Hay gente con dos y tres carreras. Está pasando lo mismo que ocurre en España, nosotros decimos: Es que mi hijo es un chaval que tiene tres carreras y se ha tenido que ir a Alemania. Pues aquí ocurre a la inversa. Viene el argelino que tiene tres carreras y no tiene posibilidades de trabajar y tiene que salir fuera. Ellos encima lo tienen mucho más difícil, porque tú entre comillas eres comunitario y puedes ir, que luego te echen es otra historia. No tienen esa posibilidad de poder entrar legalmente, pero es la misma situación. Tendríamos que hacernos un análisis de conciencia y decir: Es que están en la misma situación que puedo estar yo. Puede ser que en tu casa, tu padre esté parado, tu madre esté parada, no hay dinero, no puedes trabajar y te buscas una salida, pues ellos hacen lo mismo. Pero su salida no es llegar a España, sobre todo la de los subsaharianos, su salida es llegar a Europa. Y cuando llegan aquí se sienten prisioneros, porque los CETI (Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes) son como una cárcel.

La solución del Gobierno: las concertinas

"Tendríamos que hacernos un análisis de conciencia y decir: Es que están en la misma situación que puedo estar yo"

La solución que da este Gobierno es: Vamos a matarlos como si fueran animales. Es como si tuvieras un bosque, donde hay muchos conejos o lobos, y quieres acabar con ellos y te dedicas a ponerles cepos. Es lo mismo. Vamos a acabar con ellos como si fueran animales y cuando vean que van muriendo muchos, pues vendrán menos. La inmigración ahora mismo es subsahariana y es rumana. Es verdad que vienen muchos marroquíes, argelinos o paquistaníes, pero sobre todo para los subsaharianos hay una solución clara: Que esos países que se han apropiado de las riquezas de países como Nigeria, como pueden ser los ingleses o los franceses, en vez de dar dinero para que se pongan más vallas, solucionen el problema en el país de origen. Que no expropien todas sus riquezas y que se les den esas riquezas para que puedan trabajar. Creo que es tan simple como eso. Vienes a mi país, te llevas mis diamantes, te llevas mis riquezas, a mí no me dejas nada, y luego pretendes que me quede aquí a pasar hambre y miseria y necesidad.

La diferencia entre la inmigración latinoamericana y la africana

La inmigración latinoamericana está mucho más protegida que la gente que viene de África, porque España es como si le debiera algo a Latinoamérica. Desde 2009 la población inmigrante se ha reducido un 16%, se han ido. Por eso te digo que es pura política. Es más, leí un artículo esta mañana que dice que a partir de 2015 la inmigración se reducirá en un 2%, porque España no es hoy por hoy un país goloso para que los inmigrantes vengan. Es una zona de paso. Si estamos desde 2008 con una crisis apabullante, que la gente no quiere venir, ¿a qué viene ahora sacar el tema de las vallas? Creo que intentan sacar dinero a Europa y se lo comerán unos cuantos, crearán un organismo de ayuda o no sé qué, se comerán el dinero como siempre han hecho, y siempre perderá el de siempre: el pobre inmigrante que se tira dos años para pasar el desierto. El que llega a Marruecos está rey. Pero imagínate pasando dos desiertos, el de Argelia y el del Sáhara. El que puede lo pasa en coche o en camión y el que no lo pasa andando. Días y días caminando, sin dinero, a expensas de que te ayuden, te den agua y comida. No es tan fácil. Es muy duro, y cuando una persona se tira tres o cuatro años para llegar a un punto y poder decir que tiene la posibilidad de conseguirlo... te encuentras con lo que te encuentras, con la muerte.

¿Somos tolerantes los españoles?

Es verdad que el problema de la inmigración es un problema complicado, pero sobre todo, el de la inmigración subsahariana. La inmigración marroquí normalmente se devuelve a Marruecos, pero la población subsahariana, que viene de guerras y escapa de situaciones complicadas, cuando llega a España se encuentra con lo que hay aquí. Si los españoles hace siete u ocho años éramos tolerantes con los negritos, hoy por hoy no lo somos tanto. Porque vienen a molestar, a delinquir, a robarnos el puesto de trabajo. Tenemos que darnos cuenta de que hay una realidad y no nos sirve de nada cerrar los ojos o ver la televisión y decir: Qué pena, han muerto 15 negritos, qué pena, qué dolor… y olvidarlo. Porque como no nos atañe, no es problema nuestro. Hay que ser un poco más solidarios con los que vienen y tener un poquito más de conciencia humana. Porque además el problema es que nosotros nos vemos así ya. Miramos hacia Europa y estamos así. Se lo digo a muchos compañeros míos: Es que tenemos que ser conscientes que de Bélgica han echado a 320 familias españolas y te dicen que es una vergüenza. Pues imagínate nosotros, que 320 personas echamos casi a diario de aquí. Pero de esos no nos acordamos, porque no nos incumbe. Les interesa a algunos, cuando les trabaja sin Seguridad Social o los tienen trabajando 12 horas pagándole una miseria. Entonces sí interesa, porque saco un provecho. 

"En España hubo un boom económico, en el que todo el mundo ganaba mucho dinero, pero no hubo un boom de la preparación"

¿La solución está en la educación?

No, y te voy a poner un ejemplo: El tema de las mujeres maltratadas. Estamos en el siglo XXI, la gente está más preparada, entonces ¿por qué se ha vuelto a los años 50 cuando se maltrataba a la mujer? La educación ha tenido que cambiar, pero no existe la tolerancia. Lo mismo que no existe en este aspecto no existe en ninguno. Todo aquello que a mí me estorba, que creo que me entorpece en mi camino, me sobra y como me sobra no lo quiero. El hombre que esté parado, que lleve tres años sin trabajar, que no tenga para dar de comer a su familia, si entra en un sitio y ve que hay un nigeriano trabajando, un marroquí o un argelino… ¿Cómo se siente? Y él no ve que a lo mejor esa persona que está trabajando está mucho más cualificada que él. El tema es que en España hubo un boom económico, en el que todo el mundo ganaba mucho dinero, pero no hubo un boom de la preparación. Muchos hombres de entre 30 y 45 años tienen una preparación nula, la gente no se preparó para otra cosa que no fuera la que había en ese momento. Cuando llega este momento trabaja el que está preparado, el que no, no lo encuentra. Claro que te provoca rechazo, no lo entiendes.

La inmigración en Jerez

En Jerez pasa una cosa muy curiosa: que los inmigrantes casi ni se ven. Hay una población muy amplia, más de lo que nosotros nos imaginamos. Subsaharianos hay una población bastante amplia, hay marroquíes, paquistanís, iraníes, argelinos, pero no sé por qué están como escondidos. Aquí ha habido asociaciones que por desgracia han tenido centros donde ha habido menores que han acabado durmiendo en la calle. Hay dos centros donde se han recogido a menores, que han subvencionado la Junta de Andalucía y el Estado, y que eran centros para prepararlos, para arreglarles la documentación hasta que tuvieran los 18 años, es decir, darles un futuro. Y al final, pues están durmiendo debajo del puente de Pío XII. ¿Qué puedes esperar de chavales de 22 años que se ven debajo de un puente, sin trabajo, sin dinero y sin nada, sin un lugar donde vivir? Que terminan delinquiendo. Nadie les obliga, pero terminas abocado a eso, a la delincuencia, al robo. Y de esos tenemos aquí en Jerez unos cuantos.

Archivado en: