La operación parte de una denuncia del Colegio de Farmacéuticos, que alertó de la dispensación de medicamentos sin control sanitario.
Entre aplausos y esposado. Así era conducido a un coche de la Guardia Civil Pepe, uno de los vecinos más queridos de La Constancia. Horas antes, y durante toda la mañana de este lunes, la benemérita había llevado a cabo una operación en la popular barriada, en concreto en su centro de barrio, donde esta persona hacía presuntamente labores de consultor médico y en donde se han decomisado centenares de cajas de medicinas y paquetes de pañales para personas mayores.
Según parece todo parte de una denuncia del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz, que puso en conocimiento del SAS y de la Guardia Civil la existencia de este presunto consultorio ilegal en donde se despachaban medicamentos sin conocerse su procedencia y las condiciones en las que se encontraban.
Esteban Cervilla, presidente de los farmacéuticos de Cádiz, confirma que llevaban tiempo requiriendo un mayor control de este lugar y colaborando con la Guardia Civil. Señala que ese almacenamiento ilegal de los productos podía acarrear problemas de salud de cara a la población ya que “este establecimiento carecía de control sanitario”, recordando además que “la dispensación de medicamentos tiene que hacerlo únicamente la farmacia”. De otro lado, indica que la mayoría de los fármacos tienen que estar almacenados en un lugar que albergue una temperatura comprendida entre los cuatro y los 25 grados, y otros, según el caso, incluso deben guardarse en nevera. “La ley exige a los farmacéuticos unos requisitos enormes que aquí no había”.
Aún así, no es la primera vez que pasa algo así en La Constancia. Al parecer esta misma persona ya fue denunciada hace más de una década por hechos similares.
Paco Flores, presidente vecinal de La Constancia, ratifica las palabras de Carmen. “Este hombre se ha volcado con el barrio”. Según explica, de manera desinteresada colaboraba con los ancianos suministrándoles las medicinas que necesitaban previa entrega de sus recetas y de la tarjeta de la Seguridad Social. Aunque no solo eso. “Le ha llegado a pagar la luz a vecinos que no podían”, asegura Carmen. Manuel, otro vecino, indica que se partió la cadera y fue Pepe el que se encargó de recoger sus medicinas. “Si no, hubiera tenido que perder una mañana entera recogiéndolas”.
Lo cierto es que detrás de esta operación podría haber más personas implicadas. Según han confirmado a este medio algunos vecinos, en este consultorio también se tomaba la tensión o se sacaba sangre, práctica que llevaban a cabo sanitarios, si bien este medio no ha podido confirmar si se trataban de profesionales de un centro de salud del SAS o de algún otro centro sanitario.
También es destacable el hecho de que estas prácticas presuntamente ilegales se llevaban a cabo en un local de propiedad municipal. Desde el gobierno señalan a lavozdelsur.es que desconocían que allí se llevaran a cabo prácticas presuntamente ilegales.
Además de los medicamentos y pañales, la Guardia Civil ha decomisado el coche del detenido, que a falta de confirmación oficial de la benemérita, se le podría investigar por un presunto delito contra la salud pública.