El desprendimiento de parte de la cornisa y el mal estado del techo del CEIP Maestro Juan Apresa de Arcos preocupa a los padres de los alumnos. El Ayuntamiento cifra el coste de la reparación en 60.000 euros.
El colegio público Maestro Juan Apresa de Arcos tiene más de 35 años y, durante los últimos 20, se han ejecutado labores de mantenimiento que son del todo insuficientes. La estructura del edificio principal, de los dos con los que cuenta el centro, lleva tiempo resintiéndose y los padres de los alumnos pasan los meses de invierno temiendo que llueva cuando llevan a sus hijos al colegio. ¿Por qué? Porque la cubierta impermeable del inmueble prácticamente no existe. Hace unas semanas, también se desprendió parte de la cornisa, por lo que la zona afectada está vallada y los pequeños, como forma de protesta, acuden a clase con cascos de obra y chalecos reflectantes.
“El último piso del edificio es casi un lago cuando llueve”, cuenta Juana Campos, presidenta de la Ampa del CEIP Maestro Juan Apresa, que sufre filtraciones de agua a través de las juntas de dilatación y las lámparas, con el consiguiente peligro eléctrico que conlleva. “En mayo cuando hubo días de agua se inundó la clase y hubo que sacar a los niños de allí y habilitar otro aula”, relata Campos, que enumera otros desperfectos que tiene el centro: hay ventanas con cristales rotos desde hace años, el techo tiene enormes manchas de humedad, faltan azulejos en algunas aulas, la fachada tiene grietas… La lista es larga. “Las ventanas de todo el edificio son de aluminio, no aíslan y se filtra el agua, el pedestal de las ventanas se está cayendo…”, añade la presidenta de la Ampa.
Fue poco antes de Semana Santa cuando comenzaron los desprendimientos en el colegio. Desde entonces está acordonada la zona. El Ayuntamiento de Arcos realizó entonces un proyecto de ejecución que incluye el arreglo de las cornisas, cuyo presupuesto ronda los 60.000 euros, una inversión que, en principio, no se puede permitir el Consistorio arcense y que desde la Intervención municipal desaconsejan realizar porque considera que esta obra no compete al Ayuntamiento, sino a la delegación territorial de Educación, que dice justo lo contrario, que es el Consistorio quien debe hacerse cargo del coste por haber desatendido el mantenimiento del inmueble durante los últimos años.
Desde el Ayuntamiento de Arcos confirman que “se está buscando la financiación” y que se han llevado a cabo trabajos para preservar la seguridad de los alumnos, como la colocación de vallas y redes que eviten la caída de cascotes, pero la Ampa del centro pide celeridad a las administraciones competentes. “Las leyes están para ejecutarlas con sentido común, como administración tienen que encontrar la vía que sea para arreglar el edificio”, señala Juana Campos, que pide “alternativas” si Intervención no autoriza la ejecución de los trabajos. El Ayuntamiento de Arcos realizó, a principios de 2016, trabajos de mejora en el colegio —mejora del adoquinado, arreglo de los aseos, humedades y nuevo acceso al edificio— por valor de 20.000 euros, aunque ahora la cuantía necesaria es tres veces mayor, por lo que espera que la Junta financie parte de las obras.
Los padres, mientras tanto, se siguen concentrando todas las mañanas para pedir una solución, se concentrarán el próximo 13 de junio a las puertas del colegio —a las 9:00 horas— y organizarán una manifestación por las calles de Arcos el próximo 20 de junio. “Estamos intentando que la delegación —de Educación— nos coja el teléfono para pedir una cita”, explican desde la Ampa, desde la que aseguran: “Al único al que le vemos voluntad es al alcalde —Isidoro Gambín—”, por lo que piden que se encuentre ya una solución partiendo “desde el sentido común”. “Los padres lo que queremos es que el colegio tenga unas instalaciones dignas, decentes y seguras”, señala Campos. Y cuenta un caso real: “Una profesora tuvo que coger cubos este invierno porque el agua le llegaba a los tobillos”.
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