'Aprender trabajando' es el curso que la Fundación Secretariado Gitano ha impartido enfocado a la formación en actividades auxiliares de comercio y almacén.
La empresa quebró y fue despedido hace un año y medio. Nueve de los treinta años de su vida, Jaime se había dedicado a trabajar en un negocio donde reparaba y transportaba palés. Después de ese tiempo, este joven gitano, casado y con dos niños vio el futuro muy oscuro, como decía una famosa copla. Hasta entonces no sabía lo que era estar en paro. A partir de ahí comenzó a tener contacto con la Fundación Secretariado Gitano, gracias a la cual, hoy se está preparando para obtener el título de ESO y, lo más importante, tiene un trabajo en una multinacional tras meses de formación.
No ha sido un regalo caído del cielo. Jaime, como otros veinte chicos y chicas gitanas, han participado en el segundo curso ‘Aprender trabajando’ financiado por el Programa Operativo Plurirregional de Lucha contra la Discriminación FSE 2007-2013 y la Obra Social de La Caixa, a través del programa Acceder de la propia Fundación y de la colaboración de una gran empresa de bricolaje.
“Es muy gratificante sentirte valorado, tener la sensación de que confían en ti después de haber acabado con la autoestima por los suelos"
En la segunda fase, han trabajado sobre el terreno. Cuatro días a la semana realizaban prácticas en la tienda de bricolaje, rotando en los diferentes puestos, de modo que tienen experiencia en caja, atención al público, decoración y pedidos. Un día a la semana impartían teoría en la tienda y el virnes se reunían en la sede de la Fundación donde los responsables asesoraban y supervisaban todo el procedimiento. En resumen, “hemos aprendido lo que implica trabajar en una gran empresa”, explica la joven formada anteriormente en comercio y que hasta ahora había trabajado como dependientea en pequeños negocios.
La Fundación Secretariado Gitano apuesta por este tipo de alternativas para la incorporar a la comunidad gitana en todos los ámbitos de la sociedad. Así, apuestan por la formación con prácticas y la oportunidad laboral que supone para los jóvenes como Jaime, que luego han sido contratados por la misma empresa en la que se ha formado. “Es muy gratificante sentirte valorado, tener la sensación de que confían en ti después de haber acabado con la autoestima por los suelos cuando me despidieron de mi anterior trabajo”, manifiesta Jaime.
En la primera edición de ‘Aprender trabajando’, siete de los 20 alumnos fueron contratados por la misma empresa, Leroy Merlin. En cuanto al apoyo y a la gestión brindadas por la Fundación todos los alumnos coinciden en que es de absoluto compromiso con todos y cada uno de ellos en los diferentes ámbitos.