Un contenedor de basura ardió en el mediodía de este martes junto a la iglesia de San Miguel, en la esquina entre calle Pavón y Barja, según han informado los bomberos a lavozdelsur.es. Las cauas, por el momento, se desconocen, pues podría tratarse de un hecho accidental o provocado. La zona, según el Consorcio, no ha sufrido sucesos similares en fechas recientes, ni existe ningún tipo de posibilidad que se deba a alguna protesta, ha querido aclarar la institución.
Para apagar el fuego, ubicado en una zona estrecha del casco histórico, fueron necesarios 500 litros de agua. Puede parecer una cantidad elevada, pero lo cierto es que los Bomberos se quisieron asegurar que no hubiera problemas posteriores que volvieran a reproducir el fuego. Además, para evitar daños mayores, cuando el fuego se produce en inmuebles se controla mucho la cantidad de agua, pero en este caso lo procedente era reducir el riesgo a cero.
Esto ha dejado una imagen de cenizas tras quedar totalmente reducido el contenedor. El gasto para su reposición es siempre elevado. Tan solo quedaban restos de alguna pieza metálica como ruedas, a la espera, en la media tarde del martes, apenas unas horas después de los hechos, a que fuera recogido.
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