La agrupación pide un estudio riguroso de los datos que arroja la celebración de la prueba.
Ganemos pide un estudio singular, riguroso y realista sobre el impacto económico del Gran Premio. La agrupación de electores sospecha que se han manejado datos totalmente erróneos y responsabiliza de los mismos tanto a los antiguos gestores del Circuito como a la propia Consejería de Turismo. El gobierno municipal, señala la formación, puso en evidencia en 2016 que el Circuito de Jerez había estado inflando históricamente las cifras de asistencia al GP.
Ganemos señala que la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía, al menos desde 2011, viene publicando en sus informes BATA (Balance del Año Turístico de Andalucía) un estudio monográfico de la afluencia, tipología e impacto económico de la Celebración del Gran Premio de Motociclismo. En dicho estudio, que tiene forma de encuesta con una muestra de alrededor de 500 personas, se detiene a analizar los siguientes ítems: número de turistas, residencia, perfil del turista, estancia media en la ciudad, gastos, tipo de alojamiento, organización del viaje, motivo de la visita al evento, calificación de su estancia y del evento y grado de repetición.
Dichos estudios partían de los datos de asistencia aportados por la organización del Gran Premio, es decir, del Circuito, y han estado arrojando unas cifras de entre 43 y 53 millones de euros de gastos realizados por los turistas. Estas cifras salen de multiplicar el número de turistas estimados por la media de gasto por persona y día, y a su vez por el número medio de días de estancia estimados por la encuesta. La agrupación dice que desde que el gobierno local anunció que las cifras se habían estado inflando, el estudio BATA de la Consejería omite los millones totales de gasto realizados por los turistas, que utilizando idéntico sistema de cálculo ofrece un montante de 19,3 millones, escandalosamente inferior al año con previsiones más pesimistas (43,5 millones en 2012).
Ganemos Jerez cree que los números no cuadran y que no se pueden mantener como ciertos unos datos que no lo son. Incluso comparando sólo 2016 con 2017, mientras que los números en los estudios bajan, los porcentajes en boca de los responsables de la Junta de Andalucía suben. "No se puede seguir alimentando esta ficción que no hace sino imposibilitar una evaluación fidedigna del impacto económico y turístico. La gente merece saber la verdad, merece unos datos fiables, transparentes y reales", apunta la agrupación, que pedirá en el próximo pleno municipal que la Junta de Andalucía realice un estudio singular y riguroso que marque el camino de cara a los años venideros.