La Junta de Andalucía ha incorporado, a través de una enmienda al Presupuesto de 2024, un total de 375.000 euros para la compra de las cuatro fincas registrales que conforman el yacimiento de Asta Regia, en Jerez. Como ya se publicó a finales de diciembre, la decisión es histórica pues supone al fin avanzar en el objetivo de que los terrenos de unos de los yacimientos no excavados más importantes Europa, y propiedad de Salvador Espinosa, pasen a manos públicas.
Como avanzó hace unos días la alcaldesa, María José García-Pelayo, el siguiente paso será la contratación de un tasador "externo" que fije el valor de unos suelos con 2.700 años de antigüedad y que esconden en sus más de 25 hectáreas los secretos y vestigios del paso por ellos de tartesos, fenicios, turdetanos, romanos e islámicos.
"Ya hubo una partida el año anterior, pero creo que este año va a ser el año del impulso. La Junta de Andalucía ya está elaborando un pliego porque va a sacar una licitación para realizar una tasación externa en relación con las fincas. Son cuatro fincas registrales bajo las que se extiende el yacimiento de Asta Regia y se va a hacer una tasación externa para que la valoración sea lo más objetiva posible, y en todo caso, lo menos discutida posible", ha sostenido la regidora jerezana.
Es decir, la Junta de Andalucía, según ha insistido, "tiene un interés y pasa por comprar cuanto antes para poder poner en marcha todo el proceso para recuperar ese yacimiento que forma parte de nuestra historia y se tiene que integrar en el proyecto de la Capitalidad Europea de la Cultura".
El objetivo es que este sea un gran proyecto de ciudad y, para ello, tal y como anunció la propia alcaldesa, la junta de gobierno local ha aprobado el protocolo general de colaboración entre la Asociación Plataforma por Asta Regia y el Ayuntamiento de Jerez para "impulsar la recuperación y puesta en valor del Yacimiento arqueológico de Mesas de Asta". Se trata de un convenio que se firmará próximamente y que servirá de marco general para distintas actividades que se desarrollarán en convenios específicos.
De esta manera, se cumple el compromiso adquirido por la alcaldesa en la reunión que mantuvo con los representantes de la asociación el pasado mes de septiembre. Un convenio que servirá para dar pasos hacia adelante y que permitirá, entre otros objetivos, contribuir al mejor conocimiento, difusión y disfrute del yacimiento.
El delegado de Cultura, Francisco Zurita, resalta que "con este protocolo, una vez esté firmado por ambas partes, vamos a tener un marco general que nos va a permitir realizar todas aquellas iniciativas que consideremos necesarias para dignificar la Zona Arqueológica, promover la colaboración en la investigación, conservación y defensa del yacimiento así como la difusión del disfrute y difusión de su Patrimonio Histórico".
El protocolo también recoge que se realicen acciones encaminadas a que se trabaje para facilitar el cambio de la titularidad de los terrenos así como fomentar la cooperación entre las distintas administraciones, realizando contactos para que se sumen a dicha colaboración entidades como la Junta de Andalucía, Diputación de Cádiz, Ayuntamientos de Lebrija y Trebujena y la Universidad de Cádiz.
Curiosamente, casi medio siglo después de que Franco ordenara su expropiación forzosa, Asta Regia emprenderá el camino hacia lo público. La plataforma por la recuperación de este enclave arqueológico, con más de 2.700 años de antigüedad y de una relevancia aún por determinar definitivamente, ha estado años organizando movilizaciones para presionar a las administraciones públicas para que invirtiesen en su puesta en valor.
El historiador jerezano Manuel Esteve Guerrero, con más ilusión que medios, organizó unas catas en los años 40 del siglo pasado y como respuesta a su empeño por parte de las altas instancias encontró una reacción que ha pasado a la posteridad: "¡Deje usted de excavar, que vamos a tener que cambiar la historia!". Efectivamente, todo el mundo está convencido de que el legado de casi tres milenios puede modificar la historia de Jerez y el Bajo Guadalquivir, pero de momento todo está oculto a casi cuatro metros bajo tierra.
Como recoge Carmina Fort en Las ciudades de Asta, y según los cálculos de Esteve, la ciudad tenía una superficie de unas 42 hectáreas, más 32 de necrópolis, una extensión que la equiparaba a las más conocidas y pobladas de la Bética, con los siguientes ejemplos: Itálica, 32 hectáreas y 15.000 habitantes; y Carmo o Carmona, 47 hectáreas y 23.000 habitantes.
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