El Ayuntamiento de Jerez celebró este domingo el 140 aniversario del Mercado Central de Abastos con un acto conmemorativo en la plaza Doña Blanca. Presidida por la alcaldesa, María José García-Pelayo, la ceremonia reunió a representantes municipales, colectivos sociales y, sobre todo, a los auténticos protagonistas: los comerciantes que dan vida cada día a La Plaza, como se la conoce popularmente en la ciudad.
El evento incluyó una reseña teatralizada de la historia del mercado, a cargo de Alberto Puyol, de Teatro Estudio Jerez, la proyección de vídeos con mensajes de felicitación y el descubrimiento de una placa conmemorativa que rinde homenaje a “todos los protagonistas de la historia de este enclave, esencial para la vida de la ciudad”.
“Sois parte de la esencia y la cultura de esta ciudad”, expresó García-Pelayo dirigiéndose a los tenderos, a quienes agradeció décadas de dedicación. También destacó la labor de la delegada de Comercio, Nela García, “un hada madrina para La Plaza”, y recordó al alcalde Francisco Revuelta, artífice de su creación en el siglo XIX.
La alcaldesa aprovechó la ocasión para mirar al futuro, anunciando la reapertura del Mercado de Federico Mayo en septiembre y un ambicioso proyecto para revitalizar el Mercado de La Plata, con apoyo de fondos europeos. “Tenemos que asumir nuevos retos y seguir mejorando”, afirmó.
Voces del mercado: 140 años en primera persona
Entre los tenderos, los recuerdos y el orgullo fueron la nota dominante. “Llevo 38 años aquí vendiendo caracoles, espárragos y tagarninas”, cuenta uno de los veteranos. “Esto no lo encuentras ni en el mejor restaurante, y si me apuras, te lo dejo a 10 euros el kilo”. “Aquí estoy en la gloria, para el pueblo de Jerez. Esta es la plaza más barata de España entera”.
Un pescadero de la familia Zarzana, cuarta generación familiar, relataba: “Hace 140 años ya había Zarzanas cortando pescado. Mi abuela vendía garbanzos remojados y mi gente trajo las corvinas de Rota. Todo lo que tengo, me lo ha dado este mercado”.
Otra comerciante recordaba con ternura su infancia entre los puestos: “Desde que tenía uso de razón, con ocho años, venía a la plaza con mi madre, que tenía una frutería. Me daba el pecho mientras despachaba. Hoy vendo caracoles en la puerta. Esto es calidad, y aquí hay que venir, que da gusto”.
Los testimonios se entrelazan con la historia del edificio. “La plaza tenía dos plantas antes, luego se reformó. Donde estamos ahora eran pasillos con arbolitos. Se cayó todo y se levantó este gran mercado”, rememoraba otro comerciante que incluso participó como presidente en una de las fases de reforma.
Hoy, el Mercado Central cuenta con 115 puestos, organizados en tres grandes áreas —carne, pescado y frutas y verduras—, y ha incorporado mejoras tecnológicas como pantallas digitales, taquillas refrigeradas, nuevas papeleras y aparcamientos para bicicletas, todo dentro del plan de dinamización impulsado por el Ayuntamiento.
La historia de este espacio comenzó a fraguarse en 1840, y su primera piedra se colocó el 29 de junio de 1873. Desde su inauguración en 1885, se ha convertido en el corazón comercial de Jerez, y según sus comerciantes, también “en familia, tradición, esfuerzo y vida”. Y así lo demostraron, celebrando con emoción no solo 140 años de historia, sino también los que están por venir.