La magia de los títeres sigue conquistando Jerez. El XXVIII Festival Internacional de Títeres Titerejé continúa dejando su huella en la ciudad, llenando cada rincón de arte, imaginación y tradición. Esta cita cultural, que nació en 1994 como una propuesta de la compañía La Gotera de Lazotea junto a la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Jerez para aportar contenido a las fiestas de otoño, se ha convertido en un referente del teatro de títeres a nivel nacional.
Este año, del 18 al 23 de noviembre, más de 20 espectáculos y actividades están invitando a familias, pequeños y amantes del teatro a sumergirse en un mundo donde lo inanimado cobra vida. La compañía anfitriona, La Gotera de Lazotea, fundada en 1981 en esta ciudad, cuenta con más de 40 años de experiencia, 27 espectáculos creados y un amplio repertorio que le ha valido una multitud de premios. Su trabajo ha llevado el nombre de Jerez mucho más allá de sus fronteras.
El corazón late en el emblemático Teatro de La Gotera de Lazotea, situado en la calle Molino de Viento, en el barrio de San Miguel, y en otras plazas, parques y enclaves.
Siete funciones de La Gotera de Lazotea
Para este viernes 21 está prevista la obra El gran traje, de La Sal Teatro, también a las 19.00 horas, en el mismo escenario. Mientras que el sábado 22 de noviembre abrirá con un espectáculo muy especial para bebés: Al agua pato, de Barataria Teatro, a las 11.30 horas. Y por la tarde, a las 19.00 horas, llegará El jardín de la alegría, de los Tirititeros de Binéfar, prometiendo llenar nuevamente el teatro de emociones.
El domingo 23 será una jornada intensa con múltiples propuestas: A las 11.00 horas, Taller de construcción de títeres, por Búho Teatro. A las 12.30 horas, Contando jorobas, también de Búho Teatro. Por la tarde, a las 18.30 horas, presentación de Paco Cornejo “20 años de la revista Fantoche”. Y para cerrar el festival, a las 19.00 horas, la obra Entre diluvios, de La Chana Teatro, una propuesta para adultos.
Un final perfecto para un festival que sigue demostrando, edición tras edición, que los títeres no son solo cosa de niños, sino una forma de arte capaz de emocionar a todas las edades.
