Un profesional de Rayos X, el primero que descubrió el fuego, relata la tranquilidad con la que se vivió el incendio producido en un almacén de Urgencias.
Treinta años lleva en el turno de noche Adolfo Bejarano, profesional de rayos X en el hospital de Jerez. Ha visto de todo, pero siempre recordará la madrugada del 24 de mayo. Él fue el primero que descubrió el foco del incendio. “Yo estaba en Rayos y a la una empezó a oler a quemado. Enseguida llegaron los de seguridad con el supervisor de noche buscando de dónde provenía. Como los de seguridad tienen las llaves, abrieron un almacén de material fúngico (jeringuillas, sondas de plástico…) y efectivamente estaba lleno de humo”. El sanitario señala que “se escuchaban pequeñas explosiones” y que en un primer momento quisieron hacer uso de un extintor, aunque con tanto humo decidieron rápidamente salir de allí y llamar a los bomberos, los cuales, señala, “tardaron bastante, por lo menos 20 minutos”.
Los primeros en llegar fueron los agentes de la Policía Nacional y luego los del 092. “Desalojaron a la gente de Urgencias y la fueron situando en el aparcamiento y frente al hall de entrada. A los pacientes de Observación los dejaron dentro del edificio porque cerraron las puertas cortafuegos y no llegó el humo, y a los de Trauma los derivaron a la planta de ginecología, que está vacía”.
Entre un montón de camas y de pacientes tapados con mantas a las puertas del centro hospitalario, Adolfo se queda con la tranquilidad que observó. “Es curioso, pero la gente estaba muy callada, los enfermos no estaban nerviosos, al contrario, los vi muy tranquilos. Curiosamente los que estaban más nerviosos eran los policías”.
Tras conocerse la noticia del incendio, explica Bejarano, llegó la supervisora de Urgencias y el director del hospital, quienes junto al jefe de Rayos celebraron un gabinete de crisis para establecer dónde se derivarían a los pacientes con citas para radiografías, ya que la planta de Rayos “está completamente negra. Hay ollín por todas partes, falsos techos caídos y mucha peste a quemado”. Así, se les está derivando a Rayos en el hospital materno-infantil y al Centro de Salud de San Dionisio, que se ha reforzado con el personal que habitualmente realiza estas funciones en el hospital.
En cuanto al origen del incendio, parece que fue un cortocircuito en un diferencial de la luz. “Allí en el almacén hay mucho material inflamable, y eso ayudaría a que se propagara el fuego”, explica el sanitario que, aún así afirma que lo que más ha afectado ha sido el humo “porque se colaba por los aires acondicionados y los falsos techos”.
Hasta las cinco de la mañana no empezó a volver la tranquilidad al hospital. A esa hora, con ya el fuego extinguido, los pacientes volvieron a ser alojados en sus respectivas áreas. En total fueron 200 personas las evacuadas al área de Rehabilitación, tal y como marca el Plan de Evacuación del centro, de los cuales 39 fueron derivados entre el Hospital San Juan Grande, el Puerta del Mar, de Cádiz y el Universitario de Puerto Real.
Afortunadamente no ha habido que lamentar daños personales. Tan solo dos vigilantes de seguridad del centro jerezano han precisado asistencia por afectación leve por el humo; en cuanto a las infraestructuras, además de las plantas de hospitalización, los servicios de Radiología y Hospital de Día Quirúrgico y más levemente cocina (por el agua, ya que el almacén afectado por el fuego estaba en la planta de arriba) son las afectadas. Asimismo, se ha producido la rotura de cristales en los pasillos de hospitalización, ya que, los bomberos tuvieron que, de esta forma, abrir las ventanas para facilitar la salida del humo.
A esta hora, los bomberos todavía permanecen en el hospital, con su jefa de zona a la cabeza.
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