“Me entró una fatiga tan horrorosa que hoy no he podido comer”, señala una vecina de Jerez, que ha puesto los hechos en conocimiento de la consejería de Salud de la Junta.
Pilar Moneo, vecina de la barriada jerezana de San Telmo, fue a comprarle un teléfono móvil a su marido y aprovechó su visita al supermercado para comprar un par de botes de comida precocinada, en concreto arroz tres delicias de una conocida marca. Cual no sería su sorpresa cuando, a la hora de cenar, y después de comerse casi todo el contenido del envase, encontró en el fondo una pieza de metal, parecida a un tornillo.
“Me entró una fatiga tan horrorosa que hoy no he podido comer”, afirma a lavozdelsur.es, sin entender aún cómo pudo encontrarse tal sorpresa. “Es muy fuerte, porque esto es algo que comen mucho los niños y en caso de tragárselo imagina qué puede ocurrir”.
Pilar, que no ha pensado denunciar a la empresa alimentaria, ya ha puesto en conocimiento del supermercado su insólito descubrimiento, lo que ha obligado a dicho establecimiento a retirar el artículo de todas sus estanterías de manera provisional. De otro lado, Pilar ya ha dado cuenta de lo sucedido a la Unidad de Protección de la Salud de la Junta de Andalucía.
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