La alcaldesa y la delegada de Medio Rural tratan con el secretario general de Medio Ambiente y el delegado territorial las posibles vías de solución para regularizar las viviendas de barriadas rurales.
"Colaboración total" entre Ayuntamiento y Junta de Andalucía para abordar las vías de solución a la regularización de viviendas de barriadas rurales. Así al menos refleja el Consistorio en un comunicado la reunión que han mantenido la alcaldesa, Mamen Sánchez, junto a la delegada de Medio Rural, Carmen Collado, con el secretario general de Medio Ambiente, Rafael Márquez, y el nuevo delegado territorial, Ángel Acuña.
El Ayuntamiento, en nota de prensa, afirma que esta colaboración entre ambas administraciones "permite augurar resultados eficaces para los vecinos de estos núcleos rurales". La reunión, prosigue el comunicado, "ha permitido fijar las premisas del trabajo en común en aras a las posibles soluciones, de modo que se dejó claro que el acuerdo entre Junta y Ayuntamiento pasa por aceptar que el planeamiento urbanístico debe estar supeditado a la cuestión fundamental que es la existencia de asentamientos que ocupan vías pecuarias, y, por tanto, hasta que no se resuelva la desafectación de dichas vías pecuarias no se puede proceder a la ordenación urbanística, mediante los Planes Especiales, y al posterior acceso a la propiedad por parte de los ocupantes, y finalmente a la legalización de las viviendas".
Para el inicio del proceso se toma como base lo establecido en el Reglamento de Vías Pecuarias, donde se plantea abordar el problema de manera individual en cada asentamiento o barriada rural, dependiendo la solución de la casuística de cada uno de ellos, de modo que se dan tres supuestos o escenarios.
En primer término, aquellas barriadas rurales en las que el deslinde de la vía pecuaria esté anulado o caducado, no contando por tanto con esta figura, se deberá proceder, por parte de la Consejería de Medio Ambiente, a la aprobación de un nuevo deslinde que tenga en cuenta las edificaciones existentes, reduciendo el trazado de la cañada y permitiendo con ello, posteriormente, la enajenación de los terrenos donde se asientan las viviendas, previa aprobación del Plan Especial Urbanístico.
Otro supuesto lo protagonizan las barriadas rurales donde existe deslinde de la vía pecuaria y se dan características de servicios urbanísticos constatables antes del año 1998 (año del Reglamento de Vías Pecuarias). El Reglamento dispone que si antes de su entrada en vigor los asentamientos en cañadas eran ya suelos urbanos o tenían servicios asimilables a los del suelo urbano, las cañadas podrían ser desafectadas. La decisión de desafectar o no la vía pecuaria debe ser tomada, asimismo, por la Consejería de Medio Ambiente con los datos históricos aportados por el Ayuntamiento de Jerez y los propios vecinos.
Un tercer supuesto tiene como sujetos a la barriadas rurales donde exista un deslinde vigente de la vía pecuaria y no tengan características de urbano previas al año 1998. En este caso, el Reglamento de Vías Pecuarias solo deja la posibilidad de desafectación mediante la clasificación como cañada de un trazado alternativo de la misma superficie que la existente. Este trazado alternativo deberá ser expropiado tras la aprobación del correspondiente Plan Especial que será el que el fije el nuevo emplazamiento de la cañada.
Una vez que se produzca la desafectación, en algunos de los casos, habría que proceder a la ordenación urbanística mediante Plan Especial y a la enajenación de las parcelas por parte de la Junta.
La alcaldesa ha subrayado la importancia de la vía de diálogo y colaboración abierta tras esta reunión de Sevilla. Mamen Sánchez espera que este encuentro marque un camino de salida para encontrar soluciones factibles a regularización de las viviendas de las barriadas rurales afectadas por cañadas.
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