Cuando la sombra del rescate bancario planeaba y muchos ayuntamientos malvivían con la soga al cuello al secarse los ingresos ligados al ladrillo, allá por 2012, el gobierno del Ayuntamiento de Jerez se dedicaba a privatizar servicios públicos, esconder facturas en los cajones y engordar la deuda bancaria a través de los préstamos especiales que puso en marcha el Gobierno de Rajoy consistente en cambiar deuda histórica comercial por deuda financiera. Desde entonces, la administración local jerezana es la que mayor volumen de crecimiento de deuda bancaria ha acumulado entre las grandes ciudades del país (solo es superada por Parla): 204,66 millones de euros más. Esto significa, atendiendo al padrón municipal, que cada jerezano debe 3.434 euros a los bancos, 949 euros más desde el máximo de la crisis en el país.
La tónica es bien diferente a la que han seguido otros ayuntamientos españoles. Como publicaba el diario El País hace solo un par de días, los consistorios se han convertido en las administraciones públicas más saneadas. "Han reducido la deuda en más de un tercio desde el máximo alcanzado en 2012, cuando las sombras del rescate se cernían sobre España. Desde entonces, municipios como Madrid han bajado su deuda incluso a menos de la mitad. La dieta financiera del Consistorio gobernado por Carmena ha adelgazado en 4.000 millones su pasivo".
A finales de 2013, la deuda del Ayuntamiento de Jerez, incluidas sus empresas y organismos municipales, rebasaba los 1.000 millones de euros. Un dato que situaba a la ciudad como la más endeudada de España, forzaba un plan de ajuste descomunal para la administración local —fue el primer Ayuntamiento del país en acometer un ERE para su plantilla—, y obligaba a Hacienda a intervenir las cuentas y fiscalizar el Presupuesto. En concreto, el déficit acumulado ascendía a 1.013 millones de euros. En este mandato, en cambio, la deuda ha logrado recortarse y bajar de los alarmantes mil millones de euros. A día de hoy, la deuda viva o deuda financiera asciende a 731,11 millones de euros. Como ha asegurado en más de una ocasión el ejecutivo socialista, “hemos sacado a la luz más de 80 millones de facturas sin consignación presupuestaria que el PP dejó en el cajón, es decir obligaciones pendientes de pago (OPA); unas facturas que ocultaron al Ministerio de Hacienda, como también ocultaron que el período de pago a proveedores era de 280 días”.
Como muestra del caos económico vivido en el pasado mandato, Jerez estuvo dos ejercicios sin Presupuesto municipal en curso —pese a la mayoría absoluta del PP—; y, por ejemplo, presentó en abril de 2015 la liquidación presupuestaria de 2013 o, aún más grave, privatizó la gestión del ciclo integral del agua por 25 años a cambio de un canon de 80 millones que se despachó en apenas dos años. En el último ejercicio, sin ir más lejos, el Ayuntamiento liquidó su Presupuesto —en este mandato se han aprobado cuatro en tres años— con un superávit de 28 millones, mientras que las obligaciones pendientes de pago pasaron de 287,3 a 217,5 millones de euros en dos años.
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