Hasta 2034 no se disfrutará este fenómeno.
No volveremos a ver una Luna tan grande y tan brillante como la de este pasado 14 de noviembre hasta 2034, según calcula la NASA. De hecho, no se veía un fenómeno parecido desde 1948. Durante las denominadas Superlunas, caso de la de este pasado lunes, el diámetro de la Luna llena puede aumentar hasta en un 14% y su brillo, alrededor de un 30%, respecto a una Luna llena en su máximo apogeo. El cambio de tamaño ha sido perceptible desde Jerez y la provincia, tal y como recogen las imágenes de Juan Carlos Toro.
Las órbitas de los astros no son circulares sino elípticas. La Luna, en su viaje alrededor de la Tierra, tiene un máximo acercamiento de 356.500 km (perigeo) y un máximo alejamiento de 406.000 km (apogeo). Téngase en cuenta que la Tierra, en su viaje alrededor del Sol, se acerca un máximo de 147 millones de kilómetros y se aleja un máximo de 152. La cercanía de la Luna con la Tierra ha sido mucho mayor este 14 de noviembre, aunque el máximo acercamiento (perigeo) no se producirá hasta 2052.
En Jerez y el entorno, el tiempo acompañó por lo que decenas y decenas de curiosos —o simples peatones y conductores que transitaban por las calles a esa hora de la tarde-noche— pudieron ver y fotografiar este fenómeno astronómico que se produce muy de tarde en tarde en el cielo nocturno. La Superluna también ha dado pie a falsas creencias, como el hecho de relacionarla con grandes catástrofes naturales o con mareas desbordantes —sus efectos gravitatorios son mayores, pero solo eso—.