El Edificio Caballerizas, aledaño al antiguo convento de San Agustín, ha comenzado su proceso de comercialización tras la conclusión de sus obras, las cuales forman parte del futuro complejo empresarial que estará completamente concluido en torno a septiembre, cuando se prevé que finalicen las obras de rehabilitación del claustro principal. El proyecto, que tiene una inversión global cercana a los seis millones de euros, es fruto de un convenio firmado en setiembre de 2012 entre el Ayuntamiento y Zona Franca para la rehabilitación del antiguo convento, un inmueble que ha tenido también uso como cuartel de la Guardia Civil, y que en los años 90 fue adquirido por el Ayuntamiento, sin que se llevase a cabo hasta la fecha ninguna actuación de rehabilitación en el claustro principal, que se encontraba en estado ruinoso.
De momento, y hasta que finalicen las obras en el claustro principal, ya están disponibles las 13 oficinas del Edificio Las Caballerizas, que tiene una superficie construida de 962,15 metros cuadrados y tres plantas de altura. La planta baja cuenta con 377 metros cuadrados de superficie construida, y en ella se encuentra un vestíbulo o distribuidor, 3 despachos y tres aseos (femenino, masculino y personas con discapacidad). La planta primera, con 306 metros cuadrados, cuenta un distribuidor, 7 despachos y tres aseos (femenino, masculino y personas con discapacidad). Y la planta segunda, de 283,74 metros cuadrados de superficie construida, cuenta con un distribuidor, 3 despachos, almacén y tres aseos (femenino, masculino y personas con discapacidad).
Como ha explicado en una visita reciente el delegado especial del Estado del Consorcio de la Zona Franca, Jorge Ramos, la inauguración del Edificio Caballerizas supone la puesta en valor de forma inmediata de una parte del futuro Centro de Negocios de San Agustín, que en total tendrá una superficie construida aproximada de 4.500 metros cuadrados, en los que se repartirán 49 despachos con superficies de entre 15 y 60 metros cuadrados. El complejo tendrá además salas de reuniones de usos múltiples y compartidos con espacios destinados al apoyo de los emprendedores y empresas que se instalen. El responsable de este organismo estatal ha subrayado que la Zona Franca “está saldando una deuda que tenía con Jerez, haciendo acto de presencia en esta ciudad y participando con proyectos como éste y otros muchos en su papel de institución del Estado cuyo objetivo social es dinamizar la economía en los municipios”. “Hemos venido a Jerez para quedarnos”, ha destacado el delegado.
El futuro Centro de Negocios de San Agustín tendrá una superficie construida aproximada de 4.500 metros cuadrados, en los que se repartirán 49 despachos con superficies de entre 15 y 60 metros cuadrados.
Asimismo, Jorge Ramos ha avanzado que en estos días se iniciarán los trabajos de reurbanización del Polígono Industrial de El Portal, uno de los proyectos que la Zona Franca desarrolla en la ciudad, junto a los de creación de un depósito franco en la Ciudad del Transporte y la remodelación de la Plaza Esteve, que aunque en estos momentos se encuentra paralizada tras el fallido proyecto inicial, se supone que ayudará a revitalizar el casco histórico. Otro de los proyectos en los que está inmerso el consorcio en el municipio pasa por la ubicación en los terrenos de Dehesa de Siles de un recinto fiscal y aduanero de Zona Franca en Jerez.
Además de la rehabilitación de los dos inmuebles para Centro de Negocios, se han reurbanizado los accesos a Jerez por la calle Puerto, mejorando de forma notable su imagen actual y sus comunicaciones con el nuevo Centro. En la reciente visita, a la que también acudió la alcaldesa, María José García-Pelayo, ésta mantuvo que son unas instalaciones "hechas a la medida de los emprendedores, y con ellas cumplimos un compromiso que teníamos con la ciudad, y de forma muy especial, con nuestros emprendedores, autónomos y empresarios, con los que estamos volcados desde el primer momento, ya que son los que crean empleo y por tanto, debemos darles todo nuestro apoyo”.
El uso de este emblemático edificio no fue elegido al azar, según ha señalado María José García-Pelayo, sino que desde el Ayuntamiento y Zona Franca “tuvimos claro desde un primer momento que teníamos que darle un uso adecuado a este inmueble, que ha estado abandonado durante tantos años, y recuperarlo para convertirlo en un centro de empresas de referencia en Jerez y la provincia, y de apoyo a los emprendedores, que hoy en día son los que generan empleo y riqueza”.
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