La Unión de Consumidores elabora un décalogo de consejos para que el bolsillo no se resienta más de la cuenta tras las vacaciones.
La vuelta al cole no es sólo un suplicio para los niños, también para los padres que se ven obligados a un importante desembolso económico, sobre todo en libros de texto, material, transporte escolar y ropa.
Según la Unión de Consumidores de Cádiz, el desembolso varía según el alumno esté matriculado en un colegio público (469 euros de media), concentrado (615) o privado (1.390).
Desglosadas estas cantidades, en un centro público el uniforme viene a costar de media 214 euros, por los 235 que cuesta en un centro concertado y los 280 que cuesta en uno privado.
La matrícula es gratuita en los colegios públicos y concertados, mientras que en los privados viene a costar de media 245 euros.
Los gastos de inicio sólo corresponde a los colegios concertados (90 euros), mientras que los correspondientes a libros de texto sólo se da en los privados (295 euros).
En cuanto a material escolar, la diferencia varía entre los 75 euros de media que cuesta en los centros públicos, los 95 de los concertados y los 110 de los privados.
El comedor, en el primer mes, cuesta 100 euros en los colegios públicos, 110 en los concertados y 120 en los privados, mientras que el transporte sale por 60 euros en los primeros, 65 en los segundos y 80 en los terceros.
En lo único que se equiparan los precios es en las actividades extraescolares, que es de 20 euros.
Para que esta vuelta al colegio sea menos traumática para los niños y los bolsillos de los padres, la Unión de Consumidores recomienda una serie de cosas:
- Que los niños recuperen poco a poco sus rutinas de sueño y comida conforme se vaya acercando el primer día de clase.
- Conocer la opinión de los hijos en cuanto a las actividades extraescolares que quieran hacer.
- Consultar las posibles becas y ayudas que podemos solicitar a las administraciones públicas.
- No dejar las compras para última hora ni hacerlas todas a la vez, además de comparar precios.
- No dejarse llevar por reclamos publicitarios y no caer en argumentos marquistas. Las marcas blancas también existen.
- Reciclar todo el material que se pueda, como cartera, estuches, diccionarios, calculadoras e incluso libros de texto.
- Si se pueden evitar, no recurrir a créditos rápidos para la financiación de los gastos.
- Conservar tickets y facturas de compra para posibles cambios o devoluciones.
- Siempre es mejor recurrir al tradicional bocata para el recreo que a la bollería industrial, más cara y más nociva para la salud.
- Comprobar que todo está en orden respecto a medios de transporte (rutas, horarios, etc.) y a los comedores (higiene, seguridad, calidad nutritiva de los menús…).
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