Mientras la directiva de la asociación de comerciantes del centro de Jerez, Acoje, se reunía este martes con el comisario de la Policía Nacional y varios mandos responsables de distintas unidades con importantes responsabilidades en la vigilancia y seguridad ciudadana, alguien en una tienda del centro comercial Lancería 7, en pleno corazón de la ciudad, recogía los cristales por el suelo del último intento de robo. Es una constante, lamentan desde Acoje, con su presidenta Nela García a la cabeza. Ante esta situación, donde los robos y hurtos son permanentes por parte, para más inri, de delincuentes reincidentes, y donde los pedigüeños campan a sus anchas generando sensación de inseguridad, la organización ha demandado la instalación de cámaras de videovigilancia en los puntos calientes del centro comercial abierto de Jerez, así como una mayor coordinación entre la Policía Nacional y la Local.
"El motivo principal de la reunión ha sido trasladar una vez más la preocupación e impotencia que a diario afrontamos por la situación de riesgo de hurtos, robos, roturas y daños en nuestras empresas y en definitiva la necesidad de seguir poniendo de manifiesto la necesidad de incrementar los recursos humanos y técnicos, la necesidad de ampliar las medidas de vigilancia, la coordinación policial, etcétera", ha señalado Acoje en un comunicado remitido a los medios. En este sentido, se ha referido a esta demanda como "una tarea diaria e imprescindible para la seguridad de nuestras empresas y puestos de trabajo, para la tranquilidad de residentes y visitantes, para dar valor a nuestra ciudad, un trabajo y un servicio vital para la calidad del entorno en el que vivimos".
Ante esta situación, Acoje pide más refuerzos en materia de vigilancia. "Las medidas de prevención, las medidas de seguridad que nos aconsejan, las llevamos a cabo y ponemos en práctica en nuestros establecimientos, y en la mayoría de los casos resultan insuficientes, pues los delitos se siguen cometiendo". Asimismo, "hemos querido trasladar nuestra preocupación e impotencia por la situación de los indigentes y pedigüeños, pues si bien están asistidos por las diferentes entidades de carácter benéfico social de la ciudad, se incrementan en estas fechas la cantidad de personas que duermen en la calle, realizan sus necesidades en la vía pública y acuden a terrazas y se acercan a peatones para pedir con cierta insistencia".
Comentarios