Jerez se ha rendido hoy ante una de sus vecinas más queridas. A sus 101 años, Juana Jiménez Peralta, conocida como Juanita la del Curro, recibe un homenaje cargado de emoción que reúne a su familia y a su barrio de Torresoto, donde vive desde hace más de medio siglo.
"Imagínate lo que supone para nosotros, es un orgullo", confiesa su hija María Luisa a lavozdelsur.es. "Es nuestra abuela, pero la compartimos con todo el barrio. Allí la quiere todo el mundo. Es la abuela más querida de Torresoto, y los vecinos la adoran", añade su nieta Patricia, visiblemente emocionada.
Nacida en Espera el 20 de diciembre de 1923, la vida de Juana no fue fácil. Perdió a su madre con solo cuatro años y, junto a su hermano Joaquín, tuvo que aprender a crecer sin la figura materna. Su padre rehizo su vida con otra mujer, con la que tuvo tres hijos más. Desde niña convivió con Luis, su vecino de toda la vida y quien acabaría siendo su marido. Juntos se casaron en Espera, criaron seis hijos -aunque uno de ellos murió poco después de nacer- y compartieron toda una vida de trabajo y sacrificio.
Trabajaba con sus bebés en cestas
El campo fue el escenario de su juventud. Juana trilló, segó, recogió garbanzos, algodón y aceitunas. Ella misma recuerda que "hacía de todo, lo que había que hacer", y que nunca conoció el descanso. Cuentan quienes la conocieron que llevaba a sus bebés en una cesta mientras trabajaba y, para protegerlos de los insectos, los colgaba de las ramas de un árbol. Cuando alguno lloraba, el manijero la llamaba para que pudiera amamantarlo antes de volver a la faena.
Hoy, su hija la describe como una mujer incansable. "En un día normal hay que amarrarla para que esté quieta. Ella no para, de un lado para otro", relata. La propia Juana lo confirma con una sonrisa: "Si tengo que trabajar, hago lo que tenga que hacer y ya está".
El secreto de Juana
La clave de su longevidad parece sencilla para ella: "Comer bien, trabajar mucho y ser buena gente". Para la familia, sin embargo, el secreto está en su carácter. "Mi abuela siempre ha sido muy buena. Nunca ha hablado mal de nadie, nunca ha criticado a nadie. Siempre ha ayudado a todo el mundo, incluso sin tener nada. Ha nacido para cuidar", dice Patricia.
Hace apenas un año, la familia celebraba su centenario en casa, rodeados de los suyos y con una copa de vino en la mano. "Ella estaba feliz, siempre ha sido muy unida a su familia", cuentan sus nietos, que la definen como "el tronco del que han nacido todas las ramas". "Perdí a mi madre muy joven", recuerda Juana con emoción. "Hago cosas diferentes, siempre lo que haya que hacer. Si tengo que trabajar, hago lo que tenga que hacer y ya está".
Un emotivo homenaje en Jerez
El homenaje ha contado también con la presencia de la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, que ha destacado que "lo bonito de Juana no solamente es que eligiera Jerez para vivir, sino que tiene hasta tataranietos, lo que refleja una familia unida y llena de amor".
Antonio Carbajo, presidente de la Junta de Participación y de Gobierno del Centro Municipal de Participación Activa de la Zona Sur, ha subrayado que "este tipo de homenajes son importantes porque reconocen la vida y el esfuerzo de las personas mayores, que son parte fundamental de la ciudad".
El acto se convierte así en un símbolo de cariño y respeto hacia Juana y su familia, pero también hacia todas las personas mayores que contribuyen con su experiencia y su ejemplo a la vida de Jerez.
