"Nos han transmitido que quizá sea aceptada", dice Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), sobre la posibilidad de que el Vaticano acepte la renuncia de Rafael Zornoza, obispo de Cádiz y Ceuta, denunciado por presuntos abusos sexuales a un menor.
"Que va a ser aceptada y diciéndonos el día y la hora, no, que puede ser aceptada, sí", agrega Argüello sobre Zornoza, investigado canónicamente por acusaciones de pederastia. Su renuncia "puede ser aceptada próximamente", dice, tras la reunión mantenida entre la Conferencia Episcopal y el papa León XIV.
Zornoza presentó su renuncia en 2024, al cumplir 75 años, siguiendo la norma canónica que establece que lo hagan automáticamente a esa edad, aunque la marcha definitiva de los obispos suele demorarse unos años. Solo si hay problemas de salud o existe algún problema, como en el caso del obispo de Cádiz, puede acelerarse.
El Vaticano, que ha abierto una investigación para aclarar las acusaciones que pesan sobre Zornoza, está muy cerca de aceptar su renuncia y evitar así tener que apartarlo del cargo como medida cautelar, algo prácticamente descartado. La vía más rápida pasa por acelerar su salida, aceptando la renuncia presentada en 2024.
El Vaticano conocía el caso desde hace cuatro meses
La denuncia de la víctima de presuntos abusos llegó al Dicasterio de Doctrina de la Fe hace cuatro meses, un tiempo durante el que no se ha tomado ninguna medida contra Zornoza, que ha seguido en el cargo.
El proceso canónico lleva "15 días abierto", como confiesa el presidente de la Conferencia Episcopal, y está en manos del Tribunal de la Rota de la nunciatura. "Los procesos en general casi siempre son lentos, porque son garantistas, nosotros creemos en el Estado de derecho", señala Argüello.
La Iglesia Católica en Roma suele conceder hasta dos años de plazo para ejecutar el relevo de un obispo que llega a los 75 años, aunque en este caso, con la denuncia por abusos, se va a precipitar la designación del relevo de Zornoza.
Denuncia de abusos durante siete años
Hasta que no se hizo pública la denuncia, publicada por El País, Zornoza mantuvo su actividad. Pero el lunes 10 de noviembre anunció que suspendía su agenda. Apenas 36 horas antes, había presidido una ceremonia de confirmación de 18 adolescentes y 10 adultos, en el colegio Salesianos San Ignacio de Cádiz.
En un breve comunicado del Obispado de Cádiz y Ceuta, se anunciaba también que el obispo sufre un agresivo proceso de cáncer que precisa de un complejo tratamiento.
Mientras, sigue bajo investigación los abusos denunciados por una víctima que era menor en el momento de los hechos. Unos abusos que según su testimonio se prolongaron desde los 14 a los 21 años.
Los abusos según el relato del denunciante, habrían comenzado en 1994 y se habrían extendido hasta 2001, siempre dentro del Seminario de Getafe, Madrid, del que Zornoza era rector. Su función como obispo de Cádiz comenzó en 2011.
El Dicasterio de Doctrina de la Fe fue el primer responsable de la instrucción, eclesiástica, por haber prescrito los hechos a efectos de la Justicia ordinaria. Este primer estamento derivó después el proceso en la Nunciatura, que ejerce funciones de embajada vaticana en España y se encarga de las denuncias más graves.
