Las seis personas que permanecen detenidas por el asesinato de dos guardias civiles en Barbate el pasado 9 de febrero no participaron directamente en su muerte y no viajaban en la narcolancha que les arrolló reiteradamente.
Es la inesperada conclusión de una investigación interna de la propia Guardia Civil, a través de la Unidad Central Operativa, que adelanta el periódico El País y que ya ha sido remitida al juez que entiende del caso.
Este informe oficial, conocido en la víspera de que se cumplan los tres meses del trágico episodio en la bocana del puerto barbateño, descarta que la narcolancha en la que viajaban los seis detenidos -pilotada por el presunto narcotraficante conocido como El Cabra- fuera la que pasara por encima de las dos víctimas.
La investigación ya está en poder del juez que sigue el caso, este viernes se cumplen tres meses de la tragedia
Esta conclusión supondría exculpar y, por tanto, excarcelar a los seis acusados, aunque fuentes judiciales no descartan que puedan ser encausados por otros delitos, de menor gravedad, relacionados con los trágicos sucesos de Barbate.
Las defensas de estas seis personas siempre sostuvieron que "los indicios de su participación directa" en el suceso mortal eran insuficientes o erróneos. La propia Guardia Civil, en esta investigación pericial interna, le da la razón tres meses después de la tragedia.
La investigación de la UCO se basaría en el análisis de un gran número de vídeos disponibles, casi todos procedentes de las redes sociales, que permiten ordenar y estudiar la secuencia completa de los hechos.
En esas imágenes, según este informe judicial, la narcolancha que ocupaban los seis detenidos aparece al margen de los abordajes, sin intervención alguna en las acciones directas que causaron las muertes.
La embarcación que embistió a los guardias civiles fallecidos (Miguel Ángel González y David Pérez) sería una lancha distinta cuyos ocupantes estarían pendientes de identificación y detención.
La narcolancha en la que se movían los seis acusados apareció abandonada en una playa de La Línea de la Concepción horas después del suceso y el estudio forense de sus desperfectos también ha sido esencial en esta nueva conclusión.
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