La posverdad es la versión del mundo que niega la existencia de una única verdad.
La posverdad es la versión del mundo que niega la existencia de una única verdad. Hace unas semanas escribía en esta misma columna lo siguiente: "Días de incertidumbre y primer mes que se nos escapa. Vivimos en una especie de síndrome de Estocolmo permanente. En la intemperie permanente. Sin embargo, la sociedad civil sabe que una mentira repetida un millón de veces no acaba siendo verdad. Cala, es cierto. Más que posverdad, deberíamos utilizar el término prementira".
Jaime Gil de Biedma anotaría en su diario: "Nada más triste que saber que uno sabe escribir, pero que no necesita decir nada de particular, ni a los demás ni a sí mismo". El pasado febrero nos sorprendía la siguiente declaración de Javier Marías: "Tengo la sensación de que antes escribía mejor". Paralelismos vitales. Javier Krahe quería ser entre Jorge Luis Borges o bailable. Rafael Sarmentero pretendía acercarse en sus versos —más que en sus novelas—. Luis Alberto de Cuenca o Woody Allen. Los paralelismos son dos puntos equidistantes, el centro son dos opuestos desiguales.
Se acaba de descubrir un ensayo escrito meses antes de estallar la II Guerra Mundial y nunca publicado de Winston Churchill sobre la posible existencia de vida extraterrestre. Su título ¿Estamos solos en el Universo?. Sorprendente hallazgo sobre uno de los políticos, escritores e historiadores más importantes del siglo XX. Ya no sabe uno en qué creer. Vivir para ver.
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