Con puntualidad flamenca y un cariño palpable en cada palabra, La Térmica Cultural de Ponferrada acogía en la jornada principal de Bierzo al Toque, la esperada presentación del libro Now or Never de José Manuel Gamboa Rodríguez (Madrid, 1959), sobre la vida y obra de una de las familias más queridas del flamenco: Pepe Habichuela, Amparo Bengala y Josemi Carmona.
El periodista, escritor y productor musical — además de analista flamenco de la SGAE— comenzaba su intervención recordando su promesa de "presentar esta obra aquí, hace más de un año y aquí estamos", agradeciendo tanto a Miguel Morán "haber facilitado este encuentro en el marco del festival Bierzo al Toque", como a Paco Manzano todo el trabajo llevado a cabo para "recopilar las numerosas imágenes que reflejan la esencia de la familia protagonista".
Sin salir del capítulo de agradecimientos, no quiso dejar pasar la oportunidad de destacar la "generosidad de Pepe Lamarca", quien desde el momento en que supo del inicio de estos trabajos "nos ofreció desinteresadamente todo su archivo para ilustrarlo". Y junto al fotógrafo argentino, otra figura crucial para poder ejecutar este libro biográfico sobre Pepe Habichuela y su familia también recibía la congratulación del autor: José María Velázquez-Gaztelu, cuya entrevista al guitarrista granaíno y a su hijo Josemi en Ponferrada el año pasado fue descrita como "tan buena, que me la he apropiado".
En este sentido, señalaba que "las palabras de Josemi Carmona junto a su padre son un muy testimonio valioso sobre la intensa vida artística y familiar que se respira en cada página de este libro", mientras realizaba hincapié en la dificultad que tiene poder "coger a Josemi un rato libre". "Tiene una agenda tremenda" y, si bien el libro está centrando en la figura de José Antonio Carmona Carmona 'Pepe Habichuela' (Granada, 1944), su vida y obra "no se entendería sin su esposa, Amparo Bengala, como tampoco sin su hijo porque son una familia muy unida".
Now or never: de coletilla lingüística a poderoso sentido vital
Así las cosas, Gamboa esgrimía que titular este libro 'Now or Never' no es una casualidad del destino, ni atiende tampoco a ninguna razón más allá que la expresión habitual que solía utilizar Pepe Habichuela "sin conocer exactamente su significado", pero que ahora adquiere un poderoso sentido vital porque es "ahora o nunca".
"Han sido varios años de trabajo, de entrevistas, de charlas — en solitario y con amigos— los que dan contenido a este libro" en el que el autor no solo explora la carrera artística de Pepe Habichuela, sino que pone en relieve la figura de su esposa, Amparo Bengala, una artista de reconocido talento, especialmente en los tablaos de Madrid, así como la aportación realizada por Josemi Carmona, en el seno de "una familia tremendamente unida".
Por este motivo, Gamboa destacaba que una de las singularidades de este trabajo es "el método narrativo original del libro", diferenciando las voces mediante colores: "Rojo para Pepe, porque es su color favorito y porque es Granada; verde para Amparo, por el color del Guadalquivir y porque ella es de Triana, y azul para Josemi, por el color del cielo madrileño".
Esta técnica, según explicaba, le permitía "captar con naturalidad conversaciones desarrolladas en ambientes relajados, entre comidas y risas", reflejando con autenticidad el carácter y emociones de los protagonistas.
"Muchas de estas conversaciones están recogidas aquí, en Ponferrada, otras en Pamplona, durante Flamenco On Fire, otras tantas en Madrid, en Granada, en fin, en muchos sitios" argumentaba, señalando que en muchas ocasiones es Amparo Bengala la protagonista a la hora de contar distintos acontecimientos "a petición del propio Pepe Habichuela".
De Japón y una olla llena de dinero, a la guitarra de las 100.000 pesetas
Entre las muchas conversaciones que se recogen en Now or Never, adquieren especial relevancia el anecdotario que dotan de contenido "conversaciones íntimas y personales que descubren y describen la personalidad de Pepe Habichuela", por lo que Gamboa escogió varias anécdotas de especial singularidad.
Una de ellas fue "el esfuerzo realizado por Pepe y Amparo en Japón para adquirir su primera vivienda en España", destacando la frustración de la bailaora trianera al descubrir que "después del lío que antes suponía antes cambiar las divisas para mandar dinero a España, un buen día recibieron un mensaje diciendo que la casa ya estaba comprada".
En una escena digna de un serial hoy en día en cualquier plataforma digital, Gamboa relataba cómo el dinero ganado en el país asiático por la pareja "fue transportado al banco por el padre de Pepe Habichuela en una olla de estas caseras, que son rojas por fuera y celestes por dentro" y, prácticamente acto seguido, les compró una casa "al lado de su hermano Juan Habichuela en el mismo barrio de Granada".
"Amparo me decía que habían estado un año trabajando en Japón para comprarse una casa que — sobre todo ella— no había podido elegir; menos mal que cuando se trasladaron a Madrid ya sí que lo pudo hacer" relataba, añadiendo que su suegro les había comprado una casa al lado cerca suya y de su hermano Juan, en el mismo barrio de Granada donde siempre había vivido la familia.
Por otro lado, si bien la casa la tenían en Granada, otro de los ítems que recordaba fue "la celebración de la boda de Pepe y Amparo en Triana, que se celebró en una pastelería muy famosa que había en un edificio de la calle Pureza — que hoy es la Fundación Cristina Heeren— y no faltó nadie", incidiendo en la riqueza emocional de esta familia con sus innumerables amigos porque "a Pepe y Amparo los han querido y los quiere todo el mundo flamenco como pueden ver en las fotos que contiene el libro del archivo familiar, que es extensísimo".
Por otro lado, en el apartado anecdótico y cotidiano, gracias a la amistad entre ambos, en el año 1984 Pepe Habichuela le ayudó a "conseguir mi primera guitarra buena porque la que yo tenía era muy mala". Tras varias visitas al negocio de los sobrinos de Esteso y la petición del tocaor que "cuando tengáis una de las buenas me avisas y venimos a por ella", no solo consiguió una guitarra nueva a un precio más que razonable — solo 100.000 pesetas de la época, cuando inicialmente costaban el doble—, sino que salieron de la tienda de Conde Hermanos de la calle Atocha de Madrid con "un estuche de categoría y una cejilla para cada uno.
"Pepe decía que una guitarra de esa calidad no podía llevarse metida en un plástico" exponía entre sonrisas, destacando que, al margen de otras circunstancias, los sobrinos de Esteso "siempre se han portado muy bien con los guitarristas flamencos" y han ayudado a muchos de ellos en todo lo que han podido "incluso hasta cobrando a plazos algunas veces los instrumentos".
Y, de este modo, de forma cómplice, Paco Manzano tomaba la palabra para exponer el desafío que ha supuesto "seleccionar fotos que reflejaran la importancia artística y la riqueza emocional de Pepe Habichuela con sus innumerables amigos". Atendiendo a la petición expresa de Gamboa para que "estuvieran todos", la labor se hizo bastante compleja por "la cantidad de amigos, conocidos y compañeros que tiene y quieren a Pepe Habichuela". "Hemos intentado que estén todos; hasta nosotros", añadía.
De este modo, tanto el autor de Now or Never como el responsable de los contenidos gráficos, recordaron cómo llegaron a incluirse indirectamente en las fotos del libro el propio Paco Manzano como el editor del libro — Alberto Martínez (Flamenco Vive) — en un detalle entrañable.
"Como ellos son siempre los que hacen las fotos", su única referencia en este trabajo está en "el espejo de los cristales de unas gafas de sol que tiene puesta Pepe Habichuela donde estamos los dos" descubría Gamboa.
Enrique Morente y Pepe Habichuela: pioneros de un nuevo flamenco
Centrados en los contenidos del libro — y ya en un tono más serio— el escritor madrileño desgranaba la importancia de Pepe Habichuela dentro del flamenco. Y no solo por ser "uno de los miembros de una familia fundamental para la guitarra flamenca", sino también por la "revolucionaria colaboración que tuvo con Enrique Morente".
De la relación de ambos, primero destacaba la valentía de "atreverse a forma un dúo artístico en los tiempos que corrían", saliéndose de la tranquilidad laboral que ofrecían los tablaos de la época. Y, por otro lado, incidía en que este hecho les convertía en "pioneros de las parejas artísticas en el flamenco contemporáneo".
"Pepe dejó la estabilidad de los tablaos por la incertidumbre de los festivales", subrayó Gamboa, destacando el papel crucial de Amparo Bengala en todo este asunto, ya que fue ella como bailaora quien asumió la economía doméstica, permitiendo así "el despegue artístico de su esposo".
"Sin ella, Pepe no podría haber hecho las cosas que hizo en su momento. Amparo ha sido crucial en la vida y la trayectoria artística de Pepe Habichuela", sentenciaba, incidiendo en la importancia histórica de este dúo de artistas flamencos de Granada, en el que tanto Enrique como Pepe iban a los sitios con el mismo protagonismo.
Sobre esta circunstancia, señalaba "la relevancia para la historia del flamenco de este binomio de cantaor y tocaor", tildándola de tal calibre, que Gamboa aseveraba que "su trabajo ha sido crucial en el paso del flamenco tradicional al contemporáneo". "El primer disco que hicieron juntos fue Homenaje a Don Antonio Chacón (Hispavox, 1977) que estuvieron preparando durante seis meses y, justo después, hicieron Despegando (CBS, 1978) que, para mí, es un disco fundamental para entender el flamenco de hoy en día", argumentaba.
No obstante, como ser artista durante la Transición no siempre era fácil, ni mucho menos agradable en numerosas ocasiones, también recordaba durante la presentación "el momento polémico del debut de Habichuela y Morente en el Colegio San Juan Evangelista, coincidiendo con el atentado a Carrero Blanco", cuando Morente desafió con una copla crítica a la censura del momento, cosa que "derivó en una suspensión inmediata del acto" y la correspondiente multa.
Incluso hasta el "cabreo" de su hermano Juan Habichuela — allá por mediado de los años 80 y 90 del siglo pasado— porque siendo menor él el patriarca de la familia, su hermano Pepe ganaba más dinero que él. Obviamente, no se daba cuenta en aquel momento de que Pepe no cobraba solamente por acompañar al cante. "Cuando vio que su hermano también ejercía de solista y daba conciertos en solitario la cosa volvió a su cauce, remataba.
A modo de coda, y sin dar más importancia a lo anterior de la que tenía, Gamboa señalaba que en Now or Never también está reflejada la vida "alguien importantísimo para entender a Pepe Habichuela, que es su hermano Juan". "En su día me pidió que le hiciera la biografía; empezamos a hacerla, pero al poco tiempo enfermó y no pudimos terminarla", lamentaba. "Tengo dos cintas grabadas contándome su vida y están aquí también en este libro" añadía, otorgando al patriarca de la saga de 'Los Habichuela' el lugar que le corresponde dentro de la historia del flamenco.
Un guitarrista sin miedo a la experimentación
Amén de su relación profesional con Enrique Morente en sus inicios profesionales, Gamboa destacaba sobremanera "el carácter extrovertido, abierto y simpático de Pepe Habichuela". Este hecho, provocó que Mario Pacheco, fotógrafo y propietario del sello discográfico Nuevos Medios, le ofreciese la oportunidad de tocar con músicos de otras disciplinas "cada vez que podía y el aceptaba encantado".
Y, gracias a estas colaboraciones, durante más de seis décadas de trayectoria profesional y seguir en activo con 81 años, sus colaboraciones han provocado sinergias musicales que han introducido nuevas formas de ver la música y el flamenco. De hecho, sin saberlo o pretenderlo, una de las más importantes que llevó a cabo no fue ni siquiera tocando la guitarra.
Tras la negativa de varias multinacionales — donde llegó incluso a media Paco de Lucía— para apostar por un grupo de amigos, entre los que estaban su hijo Josemi, sus sobrinos Antonio y Juan, además de José Soto 'Sorderita' y Ray Heredia, fue Pepe Habichuela quien los presentó ante Mario Pacheco y pedirle que les grabara un disco "que seguro que va a decir que si" y descubrir al mundo a Ketama. Nada más y nada menos.
En definitiva, tal y como se recoge en su contenido, en Now or Never el lector va a tener la oportunidad de descubrir los cimientos, pasiones y debilidades de un artista cuyos cimientos son sólidos porque se apoyan en lo más básico que puede tener el ser humano: la familia.
Gracias a ella, a Amparo y a Josemi, los aficionados al flamenco tenemos la suerte de poder seguir disfrutando arriba y debajo de los escenarios de un artista que por mucha edad que tenga siempre tendrá "treinta y siempre", no va a perder nunca la sonrisa y va a ofrecer su ayuda a todo aquel que se la pida.
