Diez historias, diez. Y un argumento

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El encuentro de quien se conoce de toda la vida, de quien comparte experiencias y vivencias, puede dar lugar a contar una historia de vida. Contar y cantar. Cantar y bailar. En ese viaje expresivo de quien quiere hablar a través de su cuerpo, David Coria trajo al Villamarta un estreno absoluto en el que, indagando en un pasado no necesariamente vivido, mostró lo que puede ser regalar su historia personal, su trayectoria profesional (o no) a través de la danza. De la danza porque no sólo de flamenco se nutrió este El encuentro, título de esta obra, sino que el peso específico del mismo fue  la narración de diferentes pasajes reflejados partiendo de esta modalidad.

Este particular encuentro, nos quería mostrar diez historias, entrelazadas unas a otras, correlativas en el tiempo, y resumir un anecdotario vital. Sin embargo, y a pesar de las intenciones, resultó difícil encontrar esos nexos entre ellas. Empero, no fue necesario entender que fuera así cuando a lo que vino fue a demostrar, a mostrar el porqué de una idea. Conceptualmente, el objetivo quedó cumplido y el expediente firmado y aprobado con nota. No hacía falta más. Porque la prioridad era ver baile. Y lo hubo. A raudales. Coría fue flamenco hasta el tuétano, a pesar de la, en ocasiones, excesiva teatralización del baile, cuyo objetivo era poder contar.

Él es capaz de contar sin adornos, sin añadidos que no siempre contesten a un por qué. Ayudó y mucho la cuidada selección de creaciones musicales dirigidas por Jesús Torres, secundado por José Luis Medina y las voces poderosas de Antonio Campos y Londro, que con la percusión, ya fuera de tambor o de cajón, de Daniel Suárez completaron un cuadro de órdago. Porque el todo funcionó gracias a que las partes fueron capaces de engranarse entre ellas y crear y dar sentido a este encuentro. Sumar, en este caso, fue lo que suavizó los momentos en los que, se pudo caer en la rutina de la coreografía grupal. Si de contar historias se trata, David Coria y Ana Morales, contaron con la danza flamenca para hablar, mostrar, sentir, transmitir. Qué fácil es cuando hay tanto talento junto y más, cuando el diálogo corporal traspasa la frontera de la palabra hecha baile.

Además Coria, llegó a su cenit coreográfico en la farruca, soberbia de principio a fin amén de los fandangos de Huelva con sombrero cordobés. Idéntica situación para una Ana sublime en la vidalita. Y como colofón un elenco formado por Florencia Oryan, Paula Comitre y Rafael Ramírez que acabaron de cuadrar los 'encuentros'. En esa cuadratura, fue difícil encontrar las conexiones de las historias que, como decía, faltaron. Una boda, con alboreá incluida, un pasodoble de inicio, o la mitificación de la Semana Santa no encajaron tras unos tanguillos que poco o nada entrelazaban un argumento. Eso sí, los guiños humorísticos y el olor a naranja disimularon estas intenciones. Y empezaron como terminaron, contando y cantando, escenificando (genial David con chaqueta larga).

El encuentro. Lugar, fecha y hora: Teatro Villamarta, 3 de marzo, 21:00 horas. Aforo: Lleno. Baile: David Coria, Ana Morales, Florencia Oryan, Paula Comitre, Rafael Ramírez,. Cante: Antonio Campos, Miguel Ángel Soto “El Londro”. Guitarra: Jesús Torres, José Luís Medina. Música: Jesús Torres. Dirección y coreografía: David Coria, Ana Morales (Colaboración especial). Diseño de iluminación: Juan Luís Martín. Diseño y realización de vestuario: Belén de la Quintana, Pepa Carrasco, Pili Cordero. Producción: María Tenorio.