Este es el compositor de Jerez que emociona con sus canciones y que le canta a la nostalgia de la barriada de La Granja

Javier Padilla lleva toda la vida unido a la música a través de las letras que compone y que versan sobre temas universales como el ayer, la amistad o el amor

Javier Padilla, en su estudio de grabación.
Javier Padilla, en su estudio de grabación.

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Escribió Mario Benedetti que "volver al barrio siempre es una huida, casi como enfrentarse a dos espejos, uno que ve de cerca, otro de lejos, en la torpe memoria repetida". Sobre esa infancia, la que fue y la que sigue perdida, versan algunos de los temas de Javier Padilla, un compositor de Jerez que lleva toda la vida entre canciones. Todavía conserva muchas de las maquetas que grabó en casete hace décadas, pero fue hace unos cinco años cuando empezó a tomárselo como algo más que una afición. 

"Comencé de una forma más seria porque pensé que sería una pena que tantas emociones se quedaran en la sombra. La música es mi pasión", relata a lavozdelsur.es. Algunos de sus temas han pasado ya por los estudios de varios productores. Mientras que le llegan ofertas en firme, este jerezano nacido en La Granja en 1980 sigue dando rienda suelta a sus letras. Algunas de ellas, precisamente, están ambientadas en su barrio, en su infancia, en los recuerdos vividos en ese ayer compartido entre los ladrillos de la plaza Ronda. 

Su último tema, El niño del bloque 10, es una oda a la melancolía, una invitación a volver a nuestros orígenes. "Tanta prisa por crecer y hoy mendigo el tiempo para recordar. Nada es como ayer, ni como mañana. Todo cambiará. Pocas veces piso el barrio donde están las huellas que tanto he mimado", dice la letra de una canción para nostálgicos. 

"Que ni un huracán ansioso, mi memoria aún ha derrotado, pero grito, y grito: nunca olvidaré de donde vengo. Pero grito, solo, hacia dentro. Porque el niño que jugaba siempre está en mis sueños, el del bloque 10, lo llevo en mis huesos, está en mis venas, para mal o para bien", sigue un tema que provocará un sentimiento muy especial a quienes tengan arraigado el sentido de pertenencia al barrio, sea de Jerez o de cualquier otro lugar del planeta. 

Padilla se considera más compositor que cantante y su única pretención es dejar una huella con sus canciones. "Cada canción me hace un poquito inmortal. Es un orgullo saber que tu familia te puede escuchar, aunque te hayas ido...". 

La soledad, el amor o el maltrato, como en Obsesión, son algunos de los temas que aborda en temas como Pólvora o Las memorias de mi plaza, también dedicado a La Granja. Padilla también tiene entre los momentos que le ha regalado la música su colaboración –creo la melodía– en La vida de Adela, un cortometraje dirigido por otro granjero como Abraham Mateo.

Sus canciones, volviendo al poeta, buscan a “esos niños que juegan, que ya son viejos y van con más cautela por la vida”, sin olvidarse de que “volver al barrio siempre es una fuga”. 

Sobre el autor:

R. G.

Periodista con más de veinte años de experiencia en los medios de comunicación (prensa escrita, digital, radio y televisión). Autor de nueve libros, entre los que se encuentra Nosotras. Historias del olvidado deporte femenino, obra pionera en España. Premio Racimo por la Igualdad por la defensa del deporte femenino, Premio Apoyo al Deporte en la III Gala del Deporte de Jerez, mención especial en el V Premio de Periodismo Positivo de Ávila y Premio Almería para Todos por la lucha contra el acoso escolar en los medios de comunicación. Recuperando la ilusión por el periodismo en lavozdelsur.es.

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