Un lápiz de color y un trozo de cartón es todo lo que necesita un niño para pasar la tarde en Rejugueteado. ¿Qué es esto? Una iniciativa que pretende fomentar la reutilización de materiales que normalmente desechamos. En plena plaza del Progreso hay varias mesas, medias botellas a modo de lapicero, pequeños trozos de cartón cortados en forma de cuadrado, tapones de botellas… Y a la zona se van acercando cada vez más niños. A pesar del calor, un buen grupo de pequeños rodea la mesa principal dispuesto a crear sus propios juguetes. La mayoría juegos de mesa.
“La crisis agudiza el ingenio y rescata gustos”, dice José Ramón García, miembro de Torrejoyanca-Ideas Creativas y uno de los impulsores de la iniciativa, que se ha realizado varias veces en la ciudad y que importó desde Canarias. El objetivo es que los niños jueguen, se relacionen y “se dejen de Play Station”, dice. Y no parece que muchos se acuerden de la videoconsola estando allí. “Es algo diferente, una forma de recuperar juegos y de fomentar la imaginación”, dice la madre de una de las pequeñas que pinta entusiasmada el borde de lo que poco después será un colorido tablero de ajedrez. También crean de damas, del tres en raya y de todo tipo de juegos de mesa.
En la puerta de El Granero, uno de los establecimientos de la plaza que colabora con el proyecto, junto a Ya voy mamá, cuelga un muñeco hecho con una botella de refresco y recubierto de papel de periódico. La cabeza, los brazos y las piernas son de cartón. José Ramón habla orgulloso de la creación. “También hacemos otras cosas”, comenta, como títeres reutilizando bayetas. “En un colegio hicimos una y la madre de la niña que se la llevó dice que juega más con ella que con sus otros juguetes”. Los niños valoran lo que realizan con sus propias manos.