Fue uno de los momentos de la ceremonia de la 37 edición de los premios Goya. Tras un descanso, se reanuda la emisión aun con el público resituándose en sus asientos. Es Clara Lago, la otra maestra de ceremonias junto a Antonio de la Torre, la que interviene.
En ese momento, la realización capta a la presentadora hablando y una chica pasa justo a su lado y se chocan levemente. "Uy, perdón", se oye decir entre cierto desconcierto por algo fuera de guion. Efectivamente, como la propia Lago apunta, los invitados e invitadas están volviendo a tomar asiento y a ella le han dejado un momento ciertamente de despiste generalizado para iniciar su intervención en solitario. "¡Qué bien que me toque a mí ahora!", dice la actriz.
Las reacciones en las redes sociales, especialmente Twitter, no se hacen esperar. Comentarios y memes se multiplican. ¿Quién es esa chica? Pues nada más y nada menos que una de las ganadoras de la noche.
María Herrera, que ha encajado con humor el momento —"Disponible para amenizar vuestras galas de premios. También para bodas, bautizos y cumpleaños. No te lo pienses, llama", ha escrito en su cuenta de Twitter—, ha sido una de las ganadoras del Goya al mejor cortometraje de ficción por Arquitectura emocional 1959.
En ese trabajo, Herrera es productora y guionista. De hecho, esta talentaza del cine español estudia guion en la Universidad de New York gracias a una beca de Fundación la Caixa.
"No se me ocurre mejor regalo por mis treinta que haber ganado un Goya y ser un meme gracias a mi momento con Clara Lago en la gala Muchas gracias a la Academia del Cine por este premio para nuestra Arquitectura Emocional 1959. ¡Estamos súper felices!", ha escrito Herrera, ya en serio, en esta misma red social.
"He aquí la arquitectura marcando, inadvertida, la línea de puntos que acabe dictando su emoción", reza parte de la sinopsis del corto producido y guionizado por la estrella inesperada de la noche. He aquí la arquitectura de una gala que, inadvertidamente, convierte en protagonistas a quienes permanecían secundarios y anónimos, dentro del emocionante engranaje del mundo del cine. Hasta con un meme.
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