El Museo Arqueológico ofrece talleres infantiles de arqueología e historia islámica para niños de entre 8 y 12 años.
Tienen entre 8 o 12 años y sueñan con ser algún día como el mismísimo Indiana Jones o Tadeo Jones. Cogen la pala con soltura para ir sacando la arena que van amontonando mientras que con una brocha van limpiando los restos arqueológicos que van apareciendo. Los niños son los protagonistas durante el verano en el Museo Arqueológico. Por tercer año consecutivo el departamento de Educación y Acción Cultural del museo ha desarrollado durante todo el mes de agosto unos talleres didácticos y divertidos en los que los más pequeños de la casa pueden disfrutar del verano además de aprender gran parte de la historia del mundo. Realizar una excavación arqueológica o conocer algunas de las decoraciones más frecuentes del mundo medieval islámico son las grandes propuestas de esta edición, que está haciendo las delicias entre los niños que están participando.
Carmen, una de las restauradoras del museo, es la encargada de impartir la teoría en el aula antes de marchar hacia la excavación en la que Paco, arqueólogo del centro jerezano, diserta sobre cómo trabajar en la excavación.
Boquiabiertos y embelesados ante la proyección de la casa romana, estos pequeños alumnos se dejan llevar por la explicación histórica y no dudan en preguntar todo lo que se les pasa por la cabeza como por ejemplo si un tsunami acabó con la casa romana que están viendo.
Concluida la clase teórica los niños acuden a cada uno de los puestos de la excavación arqueológica a la que tendrán que hacer frente. Cada alumno dispone de una espuerta en la que deberán echar la arena que vayan sacando con la pala, mientras que con una brocha van descubriendo algunos de los secretos de la antigua villa romana. Vasijas, monedas e incluso las columnas que sostenían a la casa son algunos de los secretos que se descubren.
"¿Lo que encontremos nos lo podemos llevar a casa?", pregunta uno de los chicos mientras que Alejandro pide ayuda para poder descargar su espuerta cargada de arena. Una vez concluida la excavación, cada alumno deberá llevar lo que ha encontrado a una sala para sus posterior estudio donde aprenderá que es cada cosa.
El jueves es el día para el barro o el yeso. Los niños pueden conocer las decoraciones que se usaban durante la Edad Media Islámica, centrándose concretamente en la decorada con verde y manganeso de los siglos X y XI. Las yeserías que adornaban las paredes y las cúpulas de los edificios medievales son algunas de las cosas que descubren los pequeños. Por otro lado, los niños tienen la oportunidad también durante este día de decorar el plato de manganeso, además de llevárselo a casa.
Mari Ángeles Comesaña, encargada del departamento de Educación, comenta sobre los talleres que “van variando cada año. El taller de excavación cuenta con una maqueta dividida en cuadrículas en la que los niños podrán encontrar material del museo que se ha colocado bajo la arena. Lápidas de la necrópolis a máscaras de los antepasados son algunos de los objetos que pueden aparecer. Aquí los niños aprenden las fases de la excavación arqueológica, como es el yacimiento en sí, además de todo el trabajo que tiene. Los pequeños están encantados con este trabajo aunque saben que es una tarea complicada. "Lo adaptamos todo de una manera didáctica para estos chicos puedan aprender más sobre la historia de las diferentes civilizaciones", apunta Comesaña.
Las actividades tienen lugar los martes (excavación arqueológica) y jueves (decoración en el mundo islámico) de 11 a 13 horas y tienen un precio de 1,80 euros. Aquellos interesados en acudir pueden realizar la inscripción en el propio museo, por correo electrónico a través de la dirección museoarq@aytojerez.es o por teléfono en el 956149561.
Por otro lado, el Museo Arqueológico con motivo de la celebración del Día Europeo del Caballo, se suma a este festejo con la realización de la actividad lúdica y gratuita Caballos y Caballeros en el Medievo, destinada a niños y niñas de entre 8 a 12 años. En esta cita se aprenderán algunas cuestiones sobre la historia del caballo durante la Edad Media, además de conocer cómo adiestraban los caballeros a sus animales. Para esta ocasión, el museo recreará un torneo medieval con la carrera de sortijas como juego más popular de aquella época. Los más pequeños podrán participar como caballero en el juego o incluso formar parte del séquito real.
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