El manto bordado de María Santísima de la Esperanza constituye una de las obras artísticas más ricas y originales y una de las piezas más desconocidas de la Semana Santa de Jerez. Marcó un antes y un después en el dominio estilístico del arte del bordado del José Guillermo Carrasquilla Perea.
Según cuenta la hermandad, él mismo llegó a confesar que se trata de la primera gran obra que realizó sin la intervención de su padre. “La obra fue creciendo y creciendo y perfeccionándose, magnificándose, por sí misma. Enseguida supe que algo muy grande estaba creciendo entre mis manos”, llegó a reconocer el artista sevillano.
Se trata del manto de María Santísima de la Esperanza, una pieza de gran valor artístico que la Hermandad de las Cinco Llagas encargó con la sabia dirección del que fue alma máter de esta cofradía y reorganizador de la misma, Manuel Martínez Arce. En 1960 se aprueba el dibujo del manto presentado por Carrasquilla siendo el hermano mayor Enrique Fernández de Bobadilla y González-Abreu.
No obstante, esta pieza, del mismo modo que el conjunto del palio, pasa desapercibida o al menos no forma parte del catálogo imaginario cofrade de la ciudad. Tal vez porque hay mucho y bueno, tal vez porque sale en la silenciosa Madrugada, tal vez porque está muy poco tiempo en la calle y tal vez porque la propia cofradía ha pecado de modesta, lo cierto es que es una de las grandes obras del patrimonio cofrade jerezano que merece ser destacada.
Sin embargo, los elogios llegan desde personas que saben de esto. Expertos que evalúan esta obra dándole su verdadera dimensión. Es el caso de Javier Sanchez de los Reyes, diseñador sevillano que en su haber cuenta con decenas de proyectos de enorme importancia para le mundo cofrade, muchos de ellos en Jerez, como el palio de San Benito para Salud y Esperanza, uno de sus últimos proyectos para la ciudad.
“El manto es un joyón. El Paso de palio de esta cofradía es para mí uno de los mejores de toda Andalucía y lo tengo presente en muchas ocasiones como modelo primario de inspiración, ha afirmado Sanchez de los Reyes en un post en su perfil de Facebook, en el que añade una fotografía histórica de las bordadoras, Carrasquilla y su esposa posando bajo la pieza.
Bordadoras y la familia Carrasquilla posando ante el manto recién terminado de la Virgen de la Esperanza en 1962
Se estrenó en la madruga de 1962 y costó 650.000 pesetas
El presupuesto total de la obra ascendió a 650.000 pesetas. En una visita a los talleres, el hermano mayor informó a su junta que el trabando estaba tomando un “maravilloso aspecto”. Se estrenó en la Madrugada de 1962, llevándose a cabo la bendición el Domingo de Ramos de aquel año por el obispo auxiliar José María Cirarda Lachiondo.
Esta es la historia de este manto que fue una pieza que cuando llegó a la ciudad pocos entendieron pero nadie osó en dudar sobre su calidad y originalidad. Este 2024 cumplirá 62 años como elementos sobresaliente de un paso de palio, que en todo su conjunto es una joya del bordado y la orfebrería.
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