Accidentado Miércoles Santo en un Jerez desbordado de ambiente

La rotura del olivo del Prendimiento, los problemas en el paso del Soberano y los retrasos horarios un día más ponen la nota discordante en una jornada magnífica en lo cofrade

El Prendimiento, en una salida que quedará grabada en la historia por la caída del olivo.
El Prendimiento, en una salida que quedará grabada en la historia por la caída del olivo. ESTEBAN

Un día más, los retrasos marcaron en gran medida el devenir de las cofradías de Jerez en sus recorridos, una circunstancia en la que influyeron varios incidentes, el más notable la ruptura del olivo del paso del Prendimiento.

El barrio de La Granja en su abrazo al Soberano Poder.
El barrio de La Granja en su abrazo al Soberano Poder.  MANU GARCÍA

A este mal rato hay que sumar la fractura de los apoyos de la última trabajadera del paso del Soberano y las dificultades por las que pasó el palio del Patrocinio con la cuadrilla.

Incluso se extendió el rumor de que el paso se quedaba en la catedral. Al final no sucedió y con la ayuda de gente de afuera salió de la seo y enfiló el regreso. 

El paso de palio de Santa Marta.
El paso de palio de Santa Marta.   ESTEBAN

Así arrancaba el miércoles con tanta noticia negativa. La cofradía de Santiago, antes de salir, comunicó con el beneplácito de la Unión de Hermandades que cambiaba el recorrido de regreso porque el tremendo tamaño del olivo le impedía pasar por Carpintería. Haría la vuelta por José Luis Díez. Pese a que en la misma salida se tronchó el olivo, este cambio se mantuvo.

En la calle Porvera, usando una sierra eléctrica, terminaron de eliminar el árbol dejándolo solo en el tronco. También tuvieron que ajustar la corona del Desamparo, que estaba algo suelta.  

El Soberano aceleró el ritmo para ganar tiempo y aprovechar ese adelanto para reparar la avería en la plaza de la Yerba. El resto de la jornada recuperó tiempo y ánimos ofreciendo su habitual magia costalera en Tornería y especialmente en San Juan de Letrán con el acostumbrado saludo al Nazareno. 

El Señor del Amparo.
Nazarenos de la Hermandad de Consuelo.   MANU GARCÍA

En su estilo estuvieron el Consuelo siempre riguroso en su procesionar con rectitud y una música acorde en ambos pasos. Del mismo modo, Las Tres Caídas dejó su impronta de hermandad que transmite buen gusto y sin dejar de lado su marca genuina de devoción tras el Señor Caído. Volvió a sorprender, para bien o para mal, el atrevido arreglo floral del palio que en esta hermandad es muy rebuscado. Preciosa Los Dolores tras su reciente restauración.  

Un mar de gente en el entorno de San Lucas.
Un mar de gente en el entorno de San Lucas.   CANDELA NÚÑEZ

Santa Marta bien podría pensarse muy en serio pasar el Sábado Santo. Ganaría en presencia y evitaría problemas bajo el palio además de que ganaría más nazarenos en su corto cortejo. 

La Amargura siempre ordenada, como es marca de la casa. No deja nada sin medir desde que sale hasta el final. Con un paso de misterio reluciente gracias al dorado que estrenó. Y el palio de la Dolorosa de la calle Medina que nunca deja indiferente por la dulzura de sus hechuras acordes con la belleza de La Amargura cuyos alhelíes dejaban a su paso un exquisito aroma. 

Petalada a María Santísima de la Amargura.
Petalada a María Santísima de la Amargura.   CANDELA NÚÑEZ

El miércoles llenó las calles. Es un día grande, que lleva al público a echarse a las calles masivamente, colgando el cartel de completo en los habituales lugares del casco antiguo, tanto en las zonas de los aledaños de San Lucas, como en las del Carmen y San Marcos. 

No se quedaron atrás otros momentos tan escogidos con la cofradía de los Descalzos desde Arenal en adelante con parada exquisita en Las Angustias. 

Alcanzado el Miércoles Santo, la Semana Santa entra inevitablemente en su recta final. Esta jornada deja bastante rastro para el análisis posterior, desde las incidencias en los horarios como lo del olivo. ¿No cayó en la cuenta la hermandad al colocarlo que no cabía por la puerta de salida? Esto es más serio que la simple vanidad de alardear de llevar el olivo más grande y que este sea protagonista, ¿más que el de las manos amarrás?

Sobre el autor:

KIKO ABUIN 1

Kiko Abuín

Periodista.

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