Arranca la Cuaresma con sus tópicos tradicionales con cultos y devoción ante las imágenes de cristos pasionales, que concentran las estampas de una jornada en la que no ha llovido, por aquello de que si la ‘ceniza’ se moja la Semana Santa corre el mismo camino, aunque con el cambio climático…
El Santo Crucifijo de la Salud y el Señor de la Via Crucis han sido las advocaciones más visitadas, dos imágenes de extensa devoción, la primera con un carácter bien diferente al del Nazareno de San Francisco, que por su cercanía a la Plaza siempre ha gozado de una devoción más explícita, más popular e incluso más masiva.
También es el día en el que liturgia cristiana manda la imposición de la ceniza en un día de precepto en el que parroquias, iglesia y hermandades convocan misas en las que la ceniza, que proviene de las palmas bendecidas del Domingo de Ramos del año anterior, se impone al creyente en forma de cruz en su frente: ‘conviértete y cree en el evangelio”, la frase que forma parte del ritual
El inicio de la Cuaresma tiene su soporte más sobresaliente en lo cofrade, siendo el colectivo que con más ímpetu celebra este día, que según se recoge en la Guía de Cuaresma de la Unión de Hermandades, hay hasta 27 convocatorias de eucaristías. Este tiempo, para las hermandades, marca el inicio de la cuenta atrás para la llegada del Domingo de Ramos. 40 días en los que se sucederán centenares de actos de culto y de diversa índole por toda la geografía de la ciudad.
El Crucificado de San Miguel fue expuesto en horizontal inclinado dejando la cabeza más elevada. En vez de la capilla del sagrario, con sucedió hasta hace pocos años, fue situado al pie del presbiterio en su cruz arbórea y con un centro de alelíes morados a sus pies. En San Francisco el Señor estuvo expuesto en la capilla del Voto sin más artificios que la sola imagen en el centro escoltada por hachones y decoración floral. Como siempre.
Otras citas cofrades se sucedieron en otras hermandades como la de Las Tres Caídas que expuso al Crucificado de la Salud en el santuario de San Lucas, presidiendo la nave central del histórico templo al pie del retablo mayor. También hubo otras citas en Capuchinos con La Mortaja y el Cristo de las Misericordias de la Hermandad de la Paz de Fátima.
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