Dos años después, el pregón sigue sin fallar

Pablo Baena ha llenado el Villamarta en una gran proclamación de la Semana Santa que se ha extendido por espacio de casi dos horas

Pablo Baena en pleno pregón con la cruz del Nazareno tras él.

El pregón: la cita que mete en vena la llegada de la Semana Santa y, en este 2022, un signo fundamental del regreso de la normalidad después de dos años de ausencia. No decepcionó. Echó el resto en los casi 120 minutos que estuvo ante el atril. Recibió constantes aplausos y en momentos, oles para remarcar un verso.

El bornicho Pablo Baena, como este se presentó —natural de Bornos, de donde vinieron familia y decenas de amigos e incluso representación municipal—, ofreció su pregón de casi dos horas de duración ante un teatro que se llenó, pese a que hubo algún claro en el patio de butacas. Es lo que sucede con las entradas de protocolo. Mascarillas puestas, menos el pregonero; ternos de las grandes galas cofrades, en ellos, y en ellas los discretos y elegantes atavíos que pide la ocasión.

Foto de familia.   MANU GARCÍA
Vista del Villamarta desde el anfiteatro durante el pregón.    MANU GARCIA 

La proclamación fue eminentemente poética; tuvo la clásica estructura de ir hermandad tras hermandad según su orden de salida procesional; hubo algunos apuntes críticos. Habló contra el aborto y la eutanasia. Reivindicó el papel de las cofradías en la sociedad y en la evangelización. “No somos ong’s, nuestra función es el culto” dijo en un momento. Por lo demás, un ímprobo trabajo para regalar una obra plena de canto poético y dulce prosa.

En el escenario el clásico protocolo situó al obispo Rico Pavés, que vivió su primer pregón; a la alcaldesa, presidente de la Union de Hermandades, presentador y pregonero. Como decoración se colocó la cruz de carey y plata del Nazareno sobre un monte de yedra y espinas, un guiño a su devoción por la Esperanza.

Ambiente en el vestíbulo de Villamarta.    MANU GARCÍA
Gesto de fuerza del pregonero.    MANU GARCÍA 

La banda municipal regresó a esta cita después de que la última vez se contratara una formación diferente ante las dificultades que atravesaba - y atraviesa- la banda, que compareció esta mañana solo con algo más de una decena de músicos. Hizo un papel más que digno, dadas las circunstancias

Sonó Cristo de la Expiración al inicio, en recuerdo del año tan especial dedicado a Beigbeder. Después, Esperanza de la Yedra, homenaje a Andrés Muñoz; y, entre presentación y pregón, Campanilleros.

A las 12.35 el pregonero se acercó el atril tras recibir la bendición del obispo. Baena arrancó el pregón con sentido agradecimiento por aguantar su nombramiento durante dos años. Se puso de rodillas y besó la madera de escenario, un gesto dedicado al Jerez cofrade. “Será la Semana Santa de nuestras vidas”. “La mejor Semana Santa del mundo”. “La Semana Santa sin complejos y con suficiente sabiduría de su gente, que son capaces de hacerla sublime”. Estos fueron algunos de los agasajos que ofreció a los cofrades y a la misma ciudad: “Una Semana Santa que vale por tres, que es el número de la perfección en las escrituras”.

Jornada de abrazos.   MANU GARCÍA
Baena templando los compases del verso y prosa.    MANU GARCÍA 
Otro momento del pregón.   MANU GARCÍA

Su marianismo fue un constante en su obra, delatando su vocación por la Virgen con instantes sobresalientes al hablar de La Esperanza, Amargura, Prendimiento, Expiración… Fue claro al decir que es un “plus de originalidad ver el Santo Entierro la primera del viernes”, lo que “abre la puerta a otras medidas logísticas” que pueden dar ese añadido singular a jerez. Proclamó su sí al Sábado Santo, proponiendo que esta hermandad saliera dos veces: el viernes y el sábado con cortejo oficial y sin túnicas.

El cierre fue intenso como es normal en el pregón. Dio rienda suelta a su marianismo a su gente a su tierra. A las dos y media pasadas, una ovación fue la respuesta del teatro, que por segunda vez volvió a hacer sonar las palmas, al compás por bulerías, tras el himno nacional.

Otro instante del pregón con la presidencia al fondo de la imagen.    MANU GARCÍA

La ciudad, entre tanto el pregón y durante toda la jornada, vivía un Domingo de Pasion pleno de ambiente cofrade, pese al nublado del cielo y el frío; con imágenes expuestas en veneración, funciones solemnes e incluso alguna banda tocando en la calle y cuyo sonido se colaba en el teatro. Ya suena, huele y se toca la Semana Santa.

El estreno de Rico Pavés

En declaraciones posteriores, el obispo, que vivió su primer pregón de Semana Santa, declaró a este medio que “lo ha dicho muy bien. Es un pregón que vale por tres. Ha tenido palabra amaestrada, momentos de ternura, de denuncia; siempre apasionado y sentimiento. Nos ha tocado el corazón y nos ha acrecentado más las ganas de Semana Santa. Un pregón formidable”, concluyó. Sobre la utilidad de este acto, el prelado entiende que la tarea de anunciar un gran acontecimiento lo cumple, además de lo cuidado que está el acto en todos sus detalles”. Y para la Semana Santa pide que “lo que se va a vivir por fuera nos ayude a afianzar por dentro el encuentro con el Señor, con el que siempre hay esperanza”.

El domingo fue un preludio de la Semana Santa en la calle con bandas, como la de La Sentencia, que actuó en Doña Blanca.   MANU GARCÍA