Alcalá del Valle vive dos semanas santas, pero totalmente diferenciadas. La más singular es la viviente, es decir, la representación de la Pasión por su calles en la que alrededor de un centenar de vecinos forman el elenco de actores que hacen posible 25 escenas ‘vivas’ durante tres días en la Cuaresma y antes de las procesiones: Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Este precioso pueblo serrano es el escenario donde se desarrolla esta representación en lugares emblemáticos como la plaza del Ayuntamiento, el Centro Cultural, la Avenida y el Convento de Caños Santos. La realización de ese evento corre a cargo de la Asociación Cultural Hosanna con la colaboración del Ayuntamiento y la Diputación de Cádiz.
Está declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía. Lo que nació como una fiesta peculiar, ha pasado a ser una referencia en cuanto a la celebración de la Semana Santa en la serranía. Evidentemente, su excepcionalidad llama poderosamente la atención. Algunos tildan este ‘espectáculo’ como “una joya teatral”
En el primer acto, llamado introducción, se representan pasajes evangélicos como el ciego de Jericó, Jesús y los niños, Jesús y la Samaritana, el Sermón de la Montaña, entrada de Jesús en Jerusalén, el perdón de la adúltera, la Resurrección de Lázaro y el Sanedrín. En el segundo acto se recrean la Santa Cena, la Oración en Getsemaní, el Prendimiento de Jesús y El Sanedrín II.
Los actos tercero y cuarto representan Jesús ante Pilatos, Jesús ante Herodes, Coronación y Ecce Homo, Camino del Calvario, Crucifixión y muerte de Jesús, La Lanzada, Descendimiento y Piedad y Santo Entierro. Y el quinto y último acto, los actores y actrices interpretan la Resurrección, Camino de Emaús, La Misión de Los Apóstoles y la Ascensión de Jesús a los Cielos.
Tras estas intensas jornadas llega la Semana -Santa, que en Alcalá del Valle tiene su origen en el siglo XVII. Se distingue por sus imaginería, por la forma de cargar sus pasos o tronos, usando las formas malagueñas o sevillana y por cómo se conocen a sus tres hermandades, identificadas por los colores de su túnicas: moraos, coloraos y blancos. El epílogo lo pone el Domingo de Resurrección con el desfile de hornazos, una torta dulce elaborada a base de masa de pan y decorada con diferentes ingredientes (las calles suelen estar llenas de este producto).
El momento estrella es la ‘Carrerita de San Juan’, que tanta difusión tiene en redes por lo peculiar que es. El ‘Santo’, portado por los jóvenes del pueblo recorre a gran velocidad las calles hasta encontrar a la Virgen para avisarle de la Resurrección de su hijo, un acto de gran arraigo en Alcalá.
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