Eran sometidas a permanente vigilancia a través de cámaras ocultas para asegurarse de que estaban cumpliendo con su cometido. Extorsionadas y explotadas, una banda obligaba a prostituirse a un grupo de siete mujeres en jornadas que podían alcanzar las 24 horas.
Las víctimas incluso eran obligadas a distribuir estupefacientes entre los clientes.
Tras una operación llevada a cabo en Vélez-Málaga por efectivos de la Policía Nacional, las siete mujeres han podido ser liberadas. Hasta el momento hay 13 detenidos.