Una pareja de Andalucía con problemas para concebir hijos fue a un país extranjero, con la idea de que se prestara a someterse a gestación subrogada —quedarse embarazada y dar a luz para entregarles el bebé— a cambio de 20.000 euros.
Una vez que estuvieron en España, la pareja, residente en un pueblo de la provincia de Córdoba, la obligó a mantener relaciones sexuales con el hombre, para así quedarse embarazada de un hijo suyo, una práctica que se conoce como vientre de alquiler.
La Fiscalía tiene abiertas diligencias de investigación por este presunto caso de gestación subrogada a cambio de 20.000 euros. La víctima estaba en una "especial situación de vulnerabilidad", lo que hizo que acudiera a España a "mejorar su situación", como hacen muchos ciudadanos extranjeros.
La mujer, de un país latinoamericano, estaba "en situación de especial dificultad económica" y "contactó por redes sociales con una pareja de ciudadanos residentes en un pueblo de la provincia, quienes le ofrecieron someterse a una gestación subrogada a cambio 20.000 euros".
Una vez estuvo en casa de la pareja cordobesa, "aunque la víctima manifestó su preferencia con que la inseminación se produjera de forma artificial, la mujer le manifestó que eso era muy caro y que debía mantener relaciones sexuales con su pareja, inicialmente aceptadas por la víctima, aunque posteriormente mantenidas mediante violencia e intimidación".
La Fiscalía sostiene que, "sin perjuicio de que los hechos sean constitutivos de un delito de agresión sexual y de un delito de detención ilegal", y también plantea "la posibilidad de que los hechos pudieran ser constitutivos de un delito de trata de seres humanos", si bien aprecia "cierta dificultad a la hora de encajar la finalidad de la conducta en la gestación subrogada".
El fiscal Antonio Romero ha aseverado que se trata de "un caso bastante curioso y significativo", porque "aunque se han empleado los medios y las formas propias del delito de trata de seres humanos, con intimidación, violencia, abuso de situación de vulnerabilidad y engaño, la finalidad no está dentro de las tipificadas en el Código Penal", sobre el fin de explotación sexual, matrimonio ilegal, explotación laboral, de extracción y trasplante de órganos o mendicidad.
"La finalidad ha sido la maternidad subrogada forzosa", abunda Romero, de manera que "presenta una gran dificultad de tipificación, independientemente de que los hechos podrían ser constitutivos de delito", a lo que ha agregado que "en este caso y cualquiera de trata de seres humanos trabajan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Fiscalía y el juzgado de forma muy estrecha con los servicios sociales y de atención a víctimas".
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