Aunque España y Estados Unidos firmaron un acuerdo en 2015 para que la administración norteamericana, entonces gestionada por Obama, retirase las tierras contaminadas con plutonio por el accidente nuclear de Palomares (Almería), casi ocho años más tarde, desde EEUU todavía no han movido pieza.
Esta pasividad desde Washington ha hecho que el presidente español, Pedro Sánchez, reactive el expediente de limpieza del municipio almeriense que se vio afectado en 1966 por el siniestro nuclear. Un avión cisterna y un B52 chocaron en el aire, cayendo sobre la pedanía de Palomares junto a cuatro bombas termonucleares que, afortunadamente, nunca llegaron a explotar. Pero la tierra quedó contaminada por plutonio y americio.
Estados Unidos retiró en su día una parte de la zona tóxica, pero todavía sigue existiendo una extensión contaminada de 50.000 metros cúbicos. Ecologistas en Acción ha llevado el tema al Supremo y cifra en 640 millones el coste de la limpieza de la parte que queda contaminada.
Pasar página al tema de las bombas
El alcalde de Cuevas del Almanzora (Almería), Antonio Fernández, ha indicado que Palomares quiere "pasar página ya del tema de las bombas" y ha reaccionado de forma positiva a la petición "oficial" del Gobierno a Joe Biden para que se haga cargo de la tierra contaminada con plutonio y americio desde 1966.
"Queremos que este tema sea una historia que recordar con elementos culturales y turísticos que nos permitan darle la vuelta a esa historia negativa que debe terminar ya", ha asegurado el edil.
En un comunicado, Fernández ha señalado que le "consta que, tal y como aseguró ministro Félix Bolaños, en su visita en agosto de 2022 a Cuevas de Almanzora, no se ha dejado de trabajar en el asunto" y ha remarcado que ya hay "algún compromiso no escrito", por lo que "confía" en que la retirada de las tierras "será una realidad".
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