Las escenas de sexo masoquista en el altar de la iglesia de San Pedro y San Pablo todavía siguen escandalizando a una pequeña localidad del estado de Luisiana (Estados Unidos).
El cura de la referida iglesia se grabó manteniendo relaciones sexuales con dos prostitutas que acudieron a la cita vestas con corsés y botas de tacón altas.
Aunque el pastor y las dos mujeres declararon que habían consensuado las prácticas sexuales, el trío ha sido acusado de obscenidad por practicar actos sexuales en un lugar público. También han sido condenados por vandalismo.
Travis Clark, el párroco en cuestión, tendrá que pasar tres años en libertad vigilada, al conmutársele la condena de tres años de prisión que le ha caído tras un juicio celebrado recientemente. Las mujeres, por su parte, han sido condenadas a dos años de libertad vigilada.
Tras los escandalosos hechos, el arzobispo de Nueva Orleans ha decidido quemar el altar al considerar que la casa de Dios ha sido “profanada” de una manera “demoníaca”. De esta manera, entiende que la comunidad católica ha conseguido purificar el alma de su iglesia.