“No tengo ni idea de dónde me contagié”, cuenta Sandra González, granadina de 48 años, que conoció su positivo en covid a finales del pasado mes de octubre. “Soy una de las personas más pesadas del mundo con la prevención, voy a pocos sitios, donde estuve esa semana no hubo ningún contagiado, siempre llevo mascarilla y gel…”, relata. Aún así, se contagió y todavía hoy, más de tres meses después, sigue con síntomas.
Su caso no es el único. En torno a un 10% de los recuperados padecen el llamado covid persistente o long covid, que afecta a pacientes que han padecido la enfermedad y que permanecen con sintomatología tras la considerada fase aguda. En el caso de Sandra, tiene 38 síntomas, que van y vienen. Dolor de cabeza, febrícula, intensos dolores musculares, diarreas, cansancio generalizado, taquicardia, fallos de memoria, mareos, pérdida del olfato y el gusto, visión borrosa, dolor de oídos, eczemas —irritación de la piel—, tos…
“La fase aguda la pasé medianamente bien. No tuve muchos problemas. Dolor de cabeza y estuve con el cuerpo flojo”, relata Sandra. “A los 20 días me dieron el alta, pensaba que me había librado, pero no”, añade. “No he dejado de tener síntomas, de forma intermitente, pero siempre tengo alguno. Van fluctuando entre ellos, no siempre los tengo todos al mismo tiempo”.
La vida de Sandra González ha cambiado radicalmente. Antes de contagiarse, no tenía patologías previas, solo “un poco de asma”, que se ha acentuado. “Ahora mismo cada día es distinto, hace poco estuve con vértigo, no podía andar por la casa, ya ni cojo el coche porque no me veo capaz”, dice. Los fuertes dolores musculares, la pérdida de fuerza en la mano derecha y la medicación que toma para combatir las taquicardias que sufre, no lo recomiendan.
“He dejado de hacer deporte, no puedo estar ni sola en casa”, dice Sandra. “Ahora salgo muy poco. No me apetece. Las fuerzas me fallan. Mi marido me anima a salir de vez en cuando, pero donde más voy es al médico, visito muchísimos especialistas, que me hacen todo tipo de pruebas”. “Las pruebas dan buenos resultados —agrega—, pero los síntomas están ahí. Me dicen que le dé tiempo, que se supone que voy a mejorar”.
En mayo del año pasado empezaron a ver la luz colectivos que buscan respuestas para los afectados por covid persistente. Long Covid ACTS —Autonomous Communities Together Spain—, que engloba a afectados de comunidades como Andalucía, Madrid, Cataluña, Aragón, País Vasco, Comunidad Valenciana o Canarias, participa en el Proyecto Marco 19, que cuenta con el apoyo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), que persigue varios objetivos: la investigación de la enfermedad, la creación de protocolos unificados a nivel nacional, la elaboración de escalas e instrumentos de medidas para la cuantificación de la incidencia en la calidad de vida y proposiciones sobre bajas e incapacidades temporales en los casos más graves.
La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) comparte con 27 sociedades científicas y colectivos de pacientes un proyecto colaborativo para la atención a las personas con long covid, que va a cristalizar en la elaboración de una guía clínica que sea de utilidad en las consultas a la hora de atender casos de covid persistente.
Como resultado de ese trabajo conjunto, destaca el primer estudio sobre covid de larga duración en España, que fue presentado el pasado mes de noviembre en base a una encuesta completada por 1.834 afectados, la elaboración de una infografía que recoge la sintomatología persistente de la covid-19, así como el kit de atención básica al paciente con enfermedad covid persistente. El Ministerio de Sanidad, gracias a este trabajo, ya incluye un apartado dedicado al Long Covid en un documento de información científica-técnica de la enfermedad de coronavirus, en su actualización del 15 de enero.
Estudios realizados en EEUU y Reino Unido calculan que en torno al 10% de los afectados por coronavirus presentan sintomatología persistente durante semanas, o incluso meses, como es el caso de Sandra. Otras estimaciones menos optimistas hablan del 20 o el 30% de los afectados. España contabiliza más de tres millones de contagiados desde el inicio de la pandemia, por lo que unos 300.000 españoles pueden padecer long covid. En Andalucía, que suma 455.000 positivos, puede haber unos 45.000 afectados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció, el pasado mes de agosto, el término de covid persistente, y en octubre su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que "es imperativo que los Gobiernos reconozcan los efectos a largo plazo de la covid-19 y se aseguren de darle acceso a los servicios de salud a estos pacientes. Esto incluye Atención Primaria y, cuando sea necesario, cuidados especiales y rehabilitación". Desde noviembre, la OMS la reconoce de forma oficial.
El colectivo Long Covid ACTS, en Andalucía, ya ha solicitado una reunión urgente con la dirección general de Salud Pública de la Junta de Andalucía para abordar la necesidad de reconocimiento de la enfermedad y poder dar orientaciones tanto a profesionales como a pacientes sobre qué es la enfermedad y cómo abordarla. Las personas que presenten síntomas después de superar la enfermedad se pueden poner en contacto con la plataforma a través del email covidpersistenteandalucia@gmail.com.
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