El Sindicato Médico de Andalucía (SMA) ha denunciado públicamente que la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía está fomentando el intrusismo al animar a la población a acudir a personal de enfermería para "resolver problemas agudos que pueden solucionarse sin pasar por el médico".
Entre los "problemas agudos" referidos por la citada consejería se encuentran los herpes, traumas leves, dorsalgias, reacciones alérgicas, catarros, hipoglucemias, vómitos, aftas, cervicalgias, lumbalgias, molestias urinarias, picaduras, tensión alta, diarreas y odontología.
Desde SMA manifiestan que "el personal de enfermería carece de conocimientos y de habilitación legal para atender los 'problemas agudos' enumerados. La enfermería desarrolla funciones importantes dentro del sistema sanitario, pero no puede valorar ni tratar la hipertensión, los vómitos o el dolor lumbar".
Dicho sindicato entiende que "el personal de enfermería que asuma esta responsabilidad se estará exponiendo a demandas que ningún seguro de responsabilidad civil cubrirá. Además, estará aceptando un papel de pseudomédico que parece negar el valor de las funciones propias de su profesión".
"Esta forma de fomentar el intrusismo y engañar a la población no es más que una huida hacia adelante. La Consejería de Salud ha dilapidado su presupuesto en la contratación de enfermeros/as para la consulta de acogida, una estrategia que aspira a sustituir a los médicos por personal sin conocimientos ni autorización para resolver problemas médicos. De este modo, pretende eludir su obligación de resolver el grave problema de la falta de médicos en Atención Primaria", añaden desde SMA.
Este sindicato médico cree que la presidencia de la Junta "no puede permanecer pasiva ante este disparate ni un segundo más. La enfermería de los centros de salud está tan sobredimensionada que en muchos casos no existen tareas que asignarle, permaneciendo varios enfermeros y enfermeras en una misma consulta con un solo ordenador. Aun así, no dejan de recibir refuerzos, mientras los servicios centrales del SAS deniegan contratos para médicos. El malestar ante esta estrategia disparatada empieza a generalizarse entre los gerentes de distritos y hospitales, pero nadie parece capaz de detener esta deriva suicida".
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