El Parlamento de Andalucía ha vuelto a vivir este jueves otro de esos plenos tensos con momentos desagradables que muestran el clima político actual y, también, que se acercan las elecciones en la comunidad. Los gritos y el ruido en general han protagonizado el penúltimo pleno del curso político ya que en agosto no habrá actividad parlamentaria.
En una de estas broncas ha intervenido el presidente de la Cámara, Jesús Aguirre, aunque su forma de proceder ha sido recriminada por varios diputados momentos más tarde. Aguirre ha llamado al orden a la diputada socialista Rocío Arrabal. Este procedimiento lo ha repetido en dos ocasiones ante el malestar de la socialista. Para zanjar el asunto, el presidente del Parlamento ha dicho "usted, 'callaíta'". La diputada de Adelante Begoña Iza expresaba en redes poco después que "esto tenemos que aguantar las mujeres en el Parlamento de Andalucía por parte del PP, una vergüenza".
Moreno abandona el pleno
La tensión ha hecho que Juanma Moreno decidiese interrumpir su intervención ante lo que calificó como un comportamiento desestabilizador del Grupo Socialista. La interrupción se ha producido, precisamente, en medio de reiteradas llamadas al orden por parte de Jesús Aguirre a Rocío Arrabal. Moreno ha expresado su rechazo a continuar respondiendo por considerar que la actitud del grupo parlamentario socialista impedía el desarrollo normal del debate.
Antes de tomar esa decisión, el presidente andaluz había acusado al Grupo Socialista de seguir una estrategia deliberada para obstaculizar el funcionamiento de los plenos. Según ha afirmado, esta actitud responde a una supuesta orden de la nueva líder del PSOE andaluz, María Jesús Montero, a quien vinculó con un intento de romper el marco de convivencia y diálogo parlamentario que, a su juicio, había existido hasta ahora en la Cámara autonómica.
La interrupción de Moreno se ha producido durante su respuesta al portavoz del Grupo Popular, quien le había preguntado por los intereses de los ciudadanos andaluces. El presidente autonómico había iniciado su intervención recordando que ya había advertido sobre la llegada de un clima de crispación al Parlamento tras el relevo en la dirección del PSOE andaluz, cuando Montero asumió el liderazgo en febrero en sustitución de Juan Espadas.
