Ecologistas en Acción, con motivo de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, otorga sus premios 'Atila' y 'Caballo de Atila' a las conductas más destacadas del año "por su contribución a la destrucción del medio ambiente". A nivel estatal han obtenido el galardón las comunidades autónomas de Andalucía, Madrid y Región de Murcia por la desregulación ambiental (Premio Atila) y la empresa Carnival Corporation (Premio Caballo de Atila), ha indicado el colectivo en una nota.
Mientras, en la federación andaluza la mayoría de los votos han sido para el Gobierno de la Junta presidida por Juan Manuel Moreno (Premio Atila) por "promover normas y leyes de desregulación del urbanismo y el medio ambiente, con el borrador de la nueva ley del suelo de Andalucía".
Sostiene Ecologistas que el Ejecutivo andaluz aprobó hace unas semanas la tramitación urgente del anteproyecto de la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (Lista) "escudándose en la crisis sanitaria y económica provocada por el covid-19 y en un claro intento de favorecer el crecimiento económico más depredador, mediante la modificación de la normativa ambiental y urbanística. Pretende llevar a cabo una revolución gris cemento, como ha apuntado algún votante".
El Atila regional coincide con el estatal, donde Andalucía lo comparte con Madrid y Región de Murcia. Y es que, exponen, "las tres comunidades autónomas están promoviendo modificaciones de sus leyes del suelo para favorecer la especulación urbanística, incluidos los últimos espacios naturales bien conservados. Para ello se elimina una parte sustancial de los controles ambientales existentes, reduciendo las ya escasas garantías de una evaluación independiente y objetiva de los proyectos, poniendo en manos de los ayuntamientos la evaluación ambiental de los nuevos planes de desarrollo y sus proyectos de urbanización".
De su lado, el Premio Caballo de Atila es para el alcalde de Nerja (Málaga), José Alberto Armijo, que "también aprovecha la crisis del covid-19 para ajustar cuentas con la empresa SAL S.A. Inmobiliaria, mediante una innovación al Plan General de Ordenación Urbanística del municipio, para adaptarlo a los intereses urbanísticos de la empresa. El ladrillo pone así en peligro una zona de gran valor histórico, cultural y paisajístico". El jurado expresa su "esperanza" en que "la concesión de estos premios llame a la reflexión a los galardonados sobre el deterioro ambiental y social que sufre nuestro planeta".