El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado la suspensión de la ayuda militar a Ucrania tras una discusión con el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, durante una reunión celebrada el pasado viernes 28 de febrero en el Despacho Oval. Según fuentes de la Casa Blanca consultadas por medios estadounidenses, la medida fue tomada a última hora del lunes y es considerada "una respuesta directa" a lo que Trump calificó como "mal comportamiento" por parte de Zelenski.
Un funcionario estadounidense, citado por medios como CNN y The Washington Post, ha explicado que la suspensión forma parte de una revisión de la ayuda militar para asegurar que contribuya a la búsqueda de la paz. "Trump ha dejado claro que está centrado en la paz. Necesitamos que nuestros socios también se comprometan con ese objetivo", ha señalado. Por tanto, la pausa afectará a todo el equipo militar que aún no haya llegado a territorio ucraniano.
Según otra fuente cercana al proceso y recogida por Europa Press, la medida podría revertirse si Zelenski demuestra un "nuevo compromiso con las negociaciones para poner fin a la guerra en Ucrania". Esta decisión se enmarca en una estrategia de presión por parte de la administración Trump, que busca un gesto de reconocimiento por parte del líder ucraniano, posiblemente una disculpa pública, antes de reanudar la cooperación.
El secretario de Estado, Marco Rubio, respaldó la postura de Trump y exige disculpas a Zelenski, calificando el incidente como un "fiasco". La tensión entre ambos líderes también ha afectado las negociaciones sobre un acuerdo relacionado con tierras raras, que estaba cerca de firmarse antes de la discusión.
La suspensión de la ayuda militar marca un nuevo capítulo en las relaciones entre Estados Unidos y Ucrania. Mientras la Casa Blanca insiste en que su objetivo es alcanzar la paz en la región, la medida ha generado incertidumbre sobre el futuro de la cooperación y su impacto en el conflicto en Ucrania.
