Hace unos días, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, sorprendía asegurando que el acuerdo con la Junta de Andalucía sobre el Parque Nacional de Doñana estaba al caer. Ribera, incluso, señaló que estaba muy cercana la presentación del mismo. Desde el Gobierno de España manifestaron la intención de celebrar un acto con el propio Juanma Moreno en pleno Parque para ilustrar el acuerdo.
Sin embargo, la Junta de Andalucía no ha tardado en rebajar el optimismo. El portavoz del Ejecutivo, Ramón Fernández-Pacheco, ha desmentido este lunes a Teresa Ribera y ha negado que las negociaciones estén a punto de fructificar, pese a que van por buen camino.
Ahora, el principal tempor del Gobierno andaluz es que la investidura cambie el escenario. En una entrevista en Canal Sur Radio, Fernández-Pacheco ha insistido en que no hay ningún acuerdo cerrado a pesar de que todo el Gobierno andaluz está implicado. "Es verdad que la negociación con el Gobierno se está desarrollando en un clima de cordialidad y cooperación, pero hablar de que el acuerdo está cerca es faltar a la verdad", ha afirmado. Estas palabras van en una dirección prácticamente opuestas a las que Ribera manifestó en Málaga el pasado viernes.
Ha puntualizado que "ojalá" que se pueda anunciar ese acuerdo, porque "esa es nuestra intención", pero la realidad es que "hoy por hoy seguimos negociando en buen clima, con buen talante, con empeño en llegar" al mismo sin conseguirlo por ahora, según ha agregado.
De igual modo, el consejero ha valorado que por parte de la Junta y el Gobierno "hemos sido capaces de encapsular esa negociación" y "aislarla un poco del ruido general que tenemos todos alrededor", y ha defendido que "Doñana merece mucho la pena".
Las negociaciones comenzaron hace ya más de un mes y, aunque Juanma Moreno puso el mes de octubre como límite, lo cierto es que los plazos se han alargado. Ribera viajó a finales de septiembre a Sevilla para reunirse con el presidente de la Junta de Andalucía días antes de que el Parlamento aprobase definitivamente la ley de regadíos. La primera reunión logró el aplazar la aprobación y, desde entonces, los equipos de ambas administraciones trabajan para un acuerdo que satisfaga a todas las partes.
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