Se acerca la primavera. Es un hecho. Sí, porque el otro día la marmota Phil salió de su madriguera y lo predijo. No sé si Bill Murray seguirá atrapado en el círculo vicioso del tiempo, pero aquí en España lo único que parecen congeladas son las portadas de los periódicos, que un día nos dicen que el PSOE va a pactar con Podemos, otro que la marmota Rajoy va a salir de su escondrijo y al otro que Sánchez se aliará con Podemos.
Sin olvidar que al siguiente nos desayunamos con que se van a adelantar no las alergias primaverales, sino los comicios. Y claro, en mi atormentada cabeza gira como un molinillo aquello de I got you babe que martirizaba a las seis de la mañana a Murray en la eterna -valga la redundancia- cinta de Harold Ramis.
En nuestro pequeño reducto galo parece ocurrir lo mismo. Tres alcaldes, un mismo destino. Pacheco sale esposado para declarar y volver a prisión, Pilar Sánchez entra ahora poniendo espacio de por medio -parece que se ha adelantado a que se la lleve el furgón policial con tal de no compartir módulo con su exsocio- y Pelayo acudirá a declarar como investigada -el PP convirtió la imputación en palabra non grata- el día 22 por la correosa Gürtel.
Y así, cual eterno círculo vicioso nuestros exregidores entran y salen de las celdas como Pedro -perdón por el chiste fácil- por su casa. Esto sí que son puertas giratorias
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