Estos últimos días hemos conocido que en un colegio de educación infantil y primaria algecireño se impartió un taller de tauromaquia, hecho que ha provocado numerosas quejas entre los padres de los alumnos además de abrir un debate entre la ciudadanía.
Los padres afectados argumentan que en ningún momento se les comunicó que sus hijos iban a recibir la visita de dos toreros para explicarles su quehacer diario. Esta desinformación ha desencadenado en la reclamación de mayor rigurosidad a la hora de proyectar nuevas charlas educativas y que sean consensuadas con sus progenitores.
Ningún algecireño se ha quedado impasible ante este clamor popular y ha generado numerosas muestras de rechazado a este tipo de actividades extraescolares, algo que la Fundación del Toro de Lidia ha tachado de una nueva muestra de "acoso" hacia el mundo del toro.
Fundación que ha criminalizado a las personas que han expresado su disconformidad públicamente por las redes sociales, acusándolos de pertenecer a grupos organizados y amenazando con emprender acciones legales hacia ellos.
Las actividades extraescolares tienen que ser consensuadas en el consejo escolar como dicta el marco normativo y especialmente las destinadas a niños de entre 3 y 6 años, ya que son muy susceptibles e influenciables. A nuestros pequeños hay que enseñarles a amar y respetar a los animales y este tipo de charlas les puede confundir.
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