María Barrero, urbanista: "Sevilla tiene los barrios más pobres mientras rompe récords de visitantes"

La experta en urbanismo es coautora, junto al docente, antropólogo y doctor en Geografía Iban Díaz Parra, del libro 'Turismo, desarrollo urbano y crisis en las grandes ciudades andaluzas'

La urbanista María Barrero.
La urbanista María Barrero. EMILIO CASTRO

Turistificación y gentrificación

Dos términos que hasta solo unos años no se habían escuchado mucho, pero que ahora empiezan a ser menos desconocidos. Para explicar el significado (y la significación) de las dos palabras, y para atender a todo aquel que quiera saber en profundidad de ello, la urbanista, profesora del departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla, María Barrero Rescalvo (Trigueros, Huelva, 1990) ha escrito al alimón con Iban Díaz Parra (La Línea de la Concepción, 1979), el libro que despeja dudas sobre los apartamentos turísticos, pero también sobre la llamada gentrificación, tal y como cuenta Barrero Rescalvo: "Aquello que hace referencia a la sustitución de población de rentas bajas por otra de mayor poder adquisitivo".

Ciudades como Toledo van a poner coto a los pisos turísticos. ¿Es legal la restricción? ¿De quién depende la aplicación de esta ley?

Partimos de la base de que en España tenemos un caos competencial en relación al alquiler turístico. Este caos se inició en 2013, cuando la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) delegó sus competencias sobre este tipo de alquiler en la regulación sobre turismo de cada comunidad autónoma. En el caso andaluz, las consideradas Viviendas para Fines Turísticos se legislan mediante el Decreto 28/2016, que no interviene en el mercado y se limita a establecer un registro y a exigir unos estándares y protocolos mínimos. A su vez, los ayuntamientos tienen las competencias sobre los usos del suelo a través de sus instrumentos de planeamiento. Esto da lugar a disputas entre administraciones que en algunos casos ha acabado en los tribunales. Habría que ver cuál es la legislación en materia de alquiler turístico de Castilla-La Mancha. En cualquier caso, aunque nuestro libro aborda el impacto del turismo desde la perspectiva de los estudios urbanos y no tanto desde la del debate jurídico, pensamos que una solución más adecuada sería que la LAU asumiese esas competencias y regulase los alquileres temporales para todo el Estado.

"En España tenemos un caos competencial en relación al alquiler turístico"

¿La turistificación se va a entender siempre como un fenómeno negativo? ¿A quién afecta, fundamentalmente?

La palabra turistificación alude a una apropiación física y simbólica del espacio por una fuerte intensificación de la actividad turística, es decir, a la conversión de un espacio en un producto o mercancía valiosa para el mercado turístico. Esto no solo impacta en el acceso a la vivienda, sino en muchos otros aspectos de la vida cotidiana de los barrios afectados: cambios en la estructura productiva local, privatización del espacio público, pérdida de espacios de sociabilidad y capacidad de movilidad, también un problema relacionado con la salud pública por el aumento del ruido nocturno, la suciedad, etc. Teniendo en cuenta todo esto, podríamos afirmar que la población afectada no solo son los hogares de rentas más bajas, aunque sí los que sufren mayores dificultades para encontrar nueva vivienda en alquiler o quedarse cerca del barrio donde han desarrollado su vida una vez expulsados. En muchos casos se da la contradicción de que incluso aquellas personas que se han insertado laboralmente en este sector o que emprenden un pequeño negocio se vean perjudicadas como vecinos por lo descrito anteriormente. En general, podríamos decir que el grupo más perjudicado es el inquilinato de larga duración, pues son quienes están abandonando los centros históricos.

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Barrero, tras la entrevista.  EMILIO CASTRO

"El grupo más perjudicado por la turistificación es el inquilinato de larga duración"

Si la gentrificación es la expulsión de ese vecindario modesto en beneficio de los apartamentos que contribuyen a la turisrificación, ¿quién protege a estos vecinos?

Gentrificación y turistificación son dos procesos socioespaciales que implican expulsión de población, pero no son lo mismo. Gentrificación hace referencia a la sustitución de población de rentas bajas por otra de mayor poder adquisitivo, mientras que turistificación implica despoblación o sustitución de población de rentas diversas por una población flotante de turistas. Ambos procesos pueden interactuar de diferentes formas según el contexto y el marco de regulación, solaparse o adquirir distintos ritmos. En el caso de Sevilla, el proceso de gentrificación iniciado en los 90 sigue su curso a un ritmo más lento que el experimentado en décadas anteriores o con otros matices, como su relación con el fenómeno más reciente de los nómadas digitales, trabajadores en remoto de países ricos que pasan unos meses en nuestras ciudades. Para el caso que nos ocupa, es preciso señalar que el vecindario afectado son los inquilinos de toda la ciudad, no solo del centro histórico. El alquiler turístico extrae miles de viviendas del stock total de viviendas en alquiler convencional disponibles, por lo que ha contribuido de manera directa al aumento de precios en todo el mercado del alquiler local. Otra dinámica que debería estudiarse es la que están generando los expulsados de los centros históricos y áreas turistificadas en los barrios de destino. Esto sí podría ser un tipo de gentrificación.

Xabier Canalís afirma que la palabra turistificación es empleada para demonizar el turismo. ¿Cree que es así?

En absoluto. Creo que la palabra turistificación ha venido a poner nombre a un proceso de transformación socioespacial que estaba haciendo mucho daño a los vecindarios de barrios que hasta hace bien poco no habían formado parte de los circuitos turísticos tradicionales. Hay términos como éste que surgen desde las universidades y desde las calles para hacer referencia a problemas o injusticias que merecen ser nombradas. No es casual que asociaciones vecinales y movimientos sociales de todo el mundo, y especialmente el sur de Europa, lo estén utilizando para denunciar la situación.

En España, el PIB del turismo significó 159 millones de euros, superando por un 1,4% los datos de antes de la pandemia. ¿El aumento de los pisos turísticos augura un crecimiento mayor para este año? De ser así, es un dato bueno para la economía, pero negativo, ¿para quién?

Bueno, creo que tenemos un problema si medimos el bienestar social según el PIB. El turismo importa divisas y puede atraer inversiones, pero hemos visto que es un tipo de economía que plantea serios problemas. No puede negarse que el mercado laboral asociado a éste tiene altísimos índices de precarización y temporalidad. Está muy extendida la explotación, algo que han denunciado las kellys de todo el Estado. Además, se trata de una economía especulativa que reproduce lógicas depredadoras con el suelo y el medio ambiente. En última instancia, deberíamos tener en cuenta que esta actividad se ha intensificado en los lugares donde las condiciones laborales y de regulación eran más laxas, lo que nos sitúa en términos casi extractivitas: privatización de beneficios y socialización de externalidades negativas (es decir, problemas sociales y ambientales).

¿Este fenómeno se ha dado antes en otra forma diferente a los pisos turísticos en nuestra historia turística y de servicios?

Las principales ciudades andaluzas se han consolidado progresivamente como ciudades turísticas durante los últimos 25 años, adquiriendo el subsector cada vez más peso en la economía urbana. Esta dependencia perniciosa al tándem turismo-construcción se ha fortalecido tras las crisis recientes: la iniciada en 2008 y la sanitaria asociada al covid, lo que ha implicado una aún mayor apuesta por el turismo. Esto no ha sido un hecho espontáneo o natural, sino que a ello han contribuido toda una serie de estrategias y políticas públicas bien conocidas: promoción y marketing, megaproyectos, planes urbanísticos con un fuerte sesgo turístico, y, en general, un abandono casi absoluto de los barrios de la periferia. Sin embargo, existe un antes y un después con la aparición de las plataformas digitales de alquiler turístico como Airbnb o Booking. Estas plataformas han contribuido a ampliar las áreas turísticas hacia barrios residenciales. Esto ha supuesto el desplazamiento o la expulsión de miles de familias de los centros históricos, causando un despoblamiento de magnitud similar a los peores años de desinversión de los 80 y 90.

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María Barrero Rescalvo tras la entrevista. Emilio Castro. 
¿Hasta dónde puede llegar la vorágine de la construcción de apartamentos turísticos y qué porcentaje de beneficios y de perjuicios puede haber en un futuro para las ciudades?

La evolución de las ciudades más turísticas en los últimos años se dirige a una cada vez mayor segregación socioespacial. Durante las últimas décadas, la brecha centro-periferias se ha ampliado. Sevilla, por ejemplo, cuenta con varios de los barrios más pobres del Estado al mismo tiempo que rompe récords de visitantes e inversión privada en hoteles y apartamentos. Creo que son dos caras de la misma moneda. Como explica mi compañero Ibán a partir de las ideas de Lefebvre, “un desarrollo que oculta el subdesarrollo”.

"La gentrificación y la turistificación son dinámicas urbanas insertas en el sistema capitalista"

¿Cree necesaria la regulación o la limitación en el número de licencias para construir o adaptar las viviendas para apartamentos turísticos?

Pienso que a estas alturas ya no basta solamente con parar el crecimiento, sino que las administraciones deben plantearse, por un lado, un decrecimiento en número de viviendas en alquiler turístico y, por otro, una verdadera apuesta por mejores políticas de vivienda pública y social, especialmente en alquiler. Esta será la única forma de parar la sangría demográfica de los centros históricos andaluces.

¿Cree que tanto la gentrificación como la turistificación no es más, aparte del hecho turístico y económico, que un aumento en la brecha que separa a ricos y pobres?

Sí, con matices, la gentrificación y la turistificación son dinámicas urbanas insertas en el sistema capitalista, moldeadas por las características de su mercado del suelo y buscan la extracción de rentas cada vez mayores. El Estado, los propietarios y los agentes financieros tienen un papel central en su desarrollo. Neil Smith definió la gentrificación como “lucha de clases en la ciudad” y sigue estando de absoluta actualidad.

Sobre el autor:

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Juan Manuel Sainz Peña

Con más de 150 premios literarios nacionales e internacionales (Premio Iberoamericano de Novela, Verbum, 2019, finalista del Premio Juan Rulfo de novela en París, y ganador del Premio Internacional de Novela Bachiller Alonso López) es uno de los autores españoles más premiados de los últimos años. Ha dirigido programas en Onda Jerez Radio y colaborado con las emisiones locales de la Cadena SER. Del 2000 al 2004 escribió para Jerez Información. Desde 2003 hasta 2013, y de 2015 a 2019 fue colaborador y crítico teatral de Diario de Jerez.

 

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